Baby || Joerick

Seis

El rizado no puede apartar la mirada de ojiverde.

Erick se ve muy tierno dándole su biberón al bebé y meciendolo para que duerma.

—Eres tan bonito, hasta podría decir que te pareces a tu tío —le habla al pequeño bebé.

—¿En serio? —cuestiona Joel asombrado.

—Ehh... —titubea —¿Qué estás escuchando? E-esta es una conversación entre este pequeñito y yo —indica con las mejillas rojas.

El rizado sonríe al ver su tierna expresión y continua hablando —¿De verdad piensas que Jack y yo nos parecemos?

El ojiverde asiente —Ambos tienen el cabello rizado.

—Pero él casi no tiene cabello —suelta sonando un poco burlón.

—Como buen futuro padre, noto que el poco cabello que tiene es rizado como el tuyo —pronuncia con orgullo.

—Serás un gran padre —susurra Joel dulcemente y Erick vuelve a avergonzarse al notar lo que ha dicho.

Ya casi son las diez de la mañana cuando la luz del sol llega justo en sus rostros, incomodandolos.

Ambos hombres se quedaron dormidos abrazando al bebé en medio de la cama.

Es una imagen muy tierna.

Erick es el primero en despertar y sin querer golpea con su brazo la cabeza de Joel al levantarse bruscamente.

Joel se queja pero también se incorpora.

—Es navidad —reniega —¡Déjame dormir!

Cuando entre abre sus ojos, aún somnoliento, puede ver la carita brillante de Erick.

—¡Es navidad! —pronuncia con clara emocion.

Joel se enoje de hombros restándole importancia —Lo sé, ahora cállate y déjame dormir —dice tratando de volverse a acostar.

Sin embargo Erick es más rápido y lo jala de un brazo, casi arrastrándolo lo lleva a la cocina.

—¿Qué tienes?

—Es navidad Joel, tenemos que hacer chocolate caliente, pan de navidad e ir al supermercado por dulces.

—¿Acaso eres un niño?

—La navidad no es solo para los niños —se defiende formando un puchero.

—Dulces ¿en serio?

—En navidad puedes sacar a tu niño interior. Es una fecha para ser bueno pero tú sigues siendo un ogro.

—¿Sigo siendo? —abre la boca ofendido —¿Estas tratando de decir que siempre lo soy?

Erick no dice nada más y voltea dándole la espalda.

Joel quiere decir algo más pero se limita a bufar molesto y va hasta su lado.

Erick lo mira de reojo mientras pone agua a hervir.

—¿Cómo se prepara el pan de navidad? —murmura el rizado casi inaudible.

Erick sonríe de lado.

Esta será la mejor navidad.

Un llanto los saca de su nube y ambos se ven a los ojos con notoria preocupación.

—¡El bebé! —se lamentan al unisono.

Definitivamente será la mejor navidad de sus vidas.