La nueva llegada || Hazbin Hotel X Oc

3

Zenda

—¡Perfecto!

Angel Dust asintió y levantó su pulgar.

— ¡Pareces un demonio!

— Lo sé —contestó orgullosa Vaggie de su trabajo.

Yo seguí mirandome en el espejo.

Tenía una especie de cuernos doblados de color violeta gastado y obscuro en la cabeza algo grandes, y no sé como, pero me pegaron unos colmillos ya que era extraño que no tenga dientes afilados o algo por el estilo como todos los demás.

— Creo que te gusta el violeta...

—En ti pensé que se vería bien y mira, te queda fabuloso.

— ¿De donde sacaste los dientes? Parecen tan real —comentó la rubia mientras tocaba mi boca admirandolos.

— Intercambie algunos favores y los obtuve de allí arriba.

—Increíble, parece un adorable demonio.

Rodé los ojos por el tonto comentario de la araña.

—¿Que estamos viendo? —todos los presentes dieron un salto ante la repentina aparición de este y algo nerviosos sonrieron. ¿Que esta pasando?— ¡Oh! ¡Una nueva visitante! ¡Bienvenida al Hazbin Hotel, querida!

Miré a los demás buscando ayuda de que hacer o decir y estos me indicaron que sonría y sea amable mediante señas al extraño ser que se encontraba a mi frente con una extraña forma de hablar, es como si tuviera una radio en su voz.

— Gracias señor...

— ¡Alastor, dulzura! ¡Un gusto! —estrechó su mano y la tomé con gusto— ¡Dime! ¿Que tal tu experiencia aquí?

— Soy una huésped reciente y...Uhm... No sé, hasta ahora es agradable.

— Mm, no pareces ser de por aquí pequeña —su mirada me recorría de arriba a abajo. Me rasqué el brazo algo incómoda, este agrandó aún más su sonrisa—. ¿Y con quién tengo el honor de hablar?

— Zenda.

— Mmm Interesante...Y dime, ¿De donde vienes?

Realmente tenía una gran curiosidad en mí, y eso me asustaba. Me sentía chiquita a su lado.

Volví a mirarlos esperando que me digan que decir ¡Estaba con la mente en blanco!

Hicieron unas señas extrañas y, no pude descifrarlo para nada.

Este volteó su mirada hacia atrás de un tirón y ellos se quedaron quietos de inmediato tratando de disimular.

— ¿Que tanto miras detrás mío? —Su voz no dejaba de sonar curiosa y burlesca.

— De...De...¡Ups! ¡No lo recuerdo!

Reí nerviosa.

Estos suspiraron.

—Conque...No lo recuerdas, ¿Eh?

— ¡A-Alastor! ¡Ella nos ayudará con el hotel también!

La rubia apareció a mi rescate, al fin.

Volvió su mirada a mi sonriendo burlonamente de nuevo.

— ¿Oh si? —asentí— ¡Haha!

—¡Ven, vamos afuera! Así te cuento todo...

Pareció dudar unos segundos y asintió marchandose con Charlie.

—Luego nos veremos, Zenda.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo ante el tono de voz que utilizó.

—Al fin se fue. Estuvo cerca.

— Siento que no terminara bien esto...

—Angel, ¿Por qué no vas con Niffty abajo? ¿Eh?

Este rodó los ojos y se marchó.

Cuando cerraron la puerta la miré con ambas cejas levantadas.

— ¡¿Que mierda fue todo eso?!

— Ese, era "El demonio de la radio", un ser poderoso y muy cruel. Nos ayuda con Charlie en Hazbin Hotel.

Vaggie me explicó todo con perfectos detalles.

— Tendría que mantenerme alejada de este —miré la puerta y luego volví a verla—, ¿No?

— Sería lo ideal, no sé que pasaría si descubre que eres una humana y encima que estamos cuidando de ti.

— ¿Crees que me mate?

Se encogió de hombros.

— Descuida, no lo descubrirá...Creo.

— ¡¿Crees?! —suspiré y me calme quitándole importancia—. Como sea, tendré cuidado y trataré de no quedar a solas con él, no sé que responder cuando me habla.

— Bien —abrió la puerta y me miró—. Ahora bajemos, hay cosas que arreglar.

Asentí.

— Noté que ya no te sientes asustada.

— No, tomé demasiada confianza con ustedes y rápido, no los veo como algo "peligroso", parecen ser buenos...¿Demonios?

Esta río.

— Agradables, o menos bestias sería la palabra, creo. No importa realmente, algunos demonios "buenos" como dices tu, existen todavía.

— Eso es bueno.

— ¡Zenda! ¡Al fin bajas!

Lo miré confundida y al ver el atuendo comprendí.

•••
¡Hola y adios!