La nueva llegada || Hazbin Hotel X Oc

22

Zenda

— Dejame analizar lo que me estas contando brujita...—me miró extrañado, como si inventara las cosas.

—Dust, lo digo en serio. Como si mi nombre fuera ___(tn) Zenda Fliggert.

Frunció el ceño.

— Espera. Si tu nombre es __(tn), ¿Por qué dices que te llamas Zenda?

Me encogi de hombros y miré  a otro lado.

— Prefiero Zenda. Y además mi madre me lo puso antes de morir y es una especie de —lo miré y suspiré—, olvidalo es algo de sentimientos humanos señor demonio.

Este rodo los ojos.

—Vas aprendiendo...Como sea. Estas tratando de decirme, Zenda. Que ¡¿Te acostaste con el mismísimo Lucifer?! Eres toda una puta tienes que enseñarme como lo hiciste—Dijo asombrado—, aunque sigo sin creérmelo.

— ¡Es en serio! —bajé un poco mi camiseta dejando a la vista mi pecho lleno de mordiscos— ¿Lo ves? Y eso no es todo...

— Oh infierno, eres la puta ama...

— Dust, esto es serio. Eres el único de aquí que tengo la suficiente confianza de contarlo, eres como un amigo íntimo.

—¿Ah, si? Si quieres podemos ser muy íntimos —me dedicó una sonrisa socorrona— fuera de eso —quitó la sonrisa y miro sus uñas para luego dedicarme su mirada otra vez—, diría que me halaga pero...Me da igual.  No estoy interesado en ese tipo de sentimientos con...Gente.

Rode los ojos.

— Digas lo que digas, los humanos tenemos un don para que todos caigan ante nuestros encantos —sonreí arrogante—. Si no, mira todas las películas hasta el ser más despiadado tiene sentim-

—Si, si —cortó moviendo sus manos desinteresado—. Ve al punto.

—El punto es...Que hablé con Lucifer y, por alguna extraña razón o maldición o como quieras decirlo estamos destinados a ser amantes por el resto de nuestras miserables vidas. Bueno, al menos yo.

— ¿Qué?

—No yo, Eva. ¿Recuerdas todo eso de las visiones y demas? —asintió— Bueno, al parecer somos amantes prohibidos y ya sabes que lo prohibido siempre atrae...Además de que cuando estoy junto a el mi cuerpo empieza a quemar y si no me acuesto con él, el dolor no desaparece.

—Oh, es como un antídoto. Vaya, la Eva original era todo un demonio para ser humana —rió corto—. Entonces, tú y el diablo son "amantes prohibidos" y sus almas están conectadas para toda la eternidad y por eso todas las anteriores generaciones intentaron venir con el pero, ups—Comentó burlón—, murieron.

— ¡Exacto! Y me dio una extraña referencia, es como si hubieran dos manzanas...Una pura, jugosa y tiene buena pinta que dices "oh dios quiero morderla" y luego al lado tienes otra pero esta es más pequeña, su cáscara es roja brillante y no sabes si es jugosa. ¿Cual elegirías?

—La pequeña.

— ¿Por qué?

— Pues por el simple hecho de que no sabes con que te puedes encontrar, la sorpresa y adrenalina al no saber el resultado y además es pequeña, no lo se, Zenda. Eligo esa y punto. —respondió con fastidio.

—¡Exacto! Al ser más pequeña te da la impresión de que es una inocente y dulce manzana, y puedes llevarte una sorpresa al morderla o no. Lucifer eligió esa por el simple hecho de no saber conque podría encontrarse, ¿Entiendes? Están los que eligen lo seguro y otros que les gusta dejarse llevar.

— Oh, ya entiendo...Lilith es la manzana roja y jugosa, la segura. Eva era la pequeña, la manzana que podría hacerte llevar o no una sorpresa al morderla.

— Y al parecer le gustó el sabor...

— Dejame resumir y ver si entendí  pequeña...

—He escuchado tres veces ya lo mismo, Ángel.

— Es para confirmar. Lucifer y tú son amantes y-

— ¡Que sí! ¡Ya para! —me levanté de la cama ya harta de escucharlo repetir lo mismo y me aproxime a la inmensa ventana, mirando el panorama.

— Ay pero que mala onda...Bueno y, ¿Que vas a hacer?

— ¿A que te refieres? —volteé mi vista mirándolo confundida.

— Estas en el infierno, __(tn) —lo fulminé con la mirada y este rió  suave—. Zenda, disculpa. Ya descubriste que eres la reencarnación de Eva,  ¿Y ahora qué? ¿Vas a quedarte aquí? ¿Vas a volver a tu mundo? ¿O qué?

—Por supuesto que quiero volver a mi mundo. Más que nada.

— ¿Y entonces qué te detiene?

No pude responder su pregunta, por alguna razón no pude. Y me enojaba mucho no saber el porqué.

•••
¡hola y adiós!