La nueva llegada || Hazbin Hotel X Oc

15

Zenda

¿Que soy Eva? ¿Soy la puta reencarnación?

Osea que todas esas chicas que vi...Trataban de comunicarse con él, por eso esos rituales y luego morían desangradas. Vaya que tuve suerte.

¡Alto! Eso explica porque soy tan fácil de pecar...No resisto la tentación.

Da igual, no pienso caer ante la tentación de Eva y del estúpido de su enamorado, no.
Pero igual debia hablar con él, tengo qué.

— Estoy bien...Ya se los dije —dije frustrada.

—Nos diste un buen susto, niña —Al respondió sonriendo.

— ¿Estas bien? ¿Segura? Dormiste como unas 8hs.

Miré a Dust con los ojos bien abiertos. ¡¿Qué?! ¡¿Por qué tanto?!

Llevé una de mis manos a mi cabeza y solté todo el aire de una.

—Que perezosa...En fin, tengo que hablar con el padre de Charlie, ¿Saben donde encontrarlo?

—¿Qué? ¿Estas loca o qué?

—Nyx, estoy bien. Solo quería hablar con el padre para...Disculparme por haberme desmayado —miente Zenda, miente como siempre hiciste.

— Es la mentira más idiota que oí, ¡Soy Alastor dulzura! No el demonio idiota

—Pues si que lo eres —furfulle.

— ¿Que dijiste...? —su cara se acercó a la mía son una sonrisa sádica y obscura, un extraño pero irritable pitido se escuchó en mi oído.

— ¡Ya, ya!

Alastor paró y yo suspiré aliviada.

— Fue una advertencia, cariño.

Bien Al, tienes un punto a tu favor.

— ¿Piensas decirnos o qué?

—Nyx, lo juro.

— ¡Claro y yo no trabajo en una empresa porno!

— Cierra el pico, puta.

Dust me miró y guiño un ojo.

—Ven y averigua si lo soy...

Ugh, Dust. Ahora no.

— Bien, tuve un loco y extraño sueño.

— ¡Me encantan las locuras!

Miré a Al unos segundos quien me sonrió socarrón y luego continué.

—Una extraña chica dijo que soy la reencarnacion de Eva y bla bla.

—¡Lo sabía! Esto es tan interesante...Zenda eres todo un, nono, mi entretenimiento —por la forma en que lo dijo, lo mal interpreté y una leve sonrojo apareció.

—Oh no dulzura, no de esa forma a menos que tu quieras...Cariño.

Oh dios hace calor. Mucho mucho.

—Ya dejate de seducirla. —Nyx interrumpió cortándole el show al demonio.

—¿Por eso quieres ir con Lucifer, Zends?

—Sí. Dust, ¿Sabes donde queda?

—Eeeh...

Me incliné y quedé a cuatro patas en la cama mirando a Angel con cara de perrito mojado.

Este corrió la mirada algo avergonzado.

— E-esta bien... —se rascó la nuca.

Feliz me tiré a sus brazos abrazandolo.

— Dust eres un oportunista —agregó Nyx.

— Oh arañita, no me gusta que toquen lo mío.

— Si tienen problemas conmigo lo resolvemos en la cama, ¿De acuerdo?

Reí ante los comentarios de estos 3.

—Son idiotas —bostecé—. Bueno, tengo hambre.

—¡Te puedo hacer una increíble Jambalaya!

—¿Una qué?

— Ven querida, estas a punto de sentir el placer en tu paladar.

Acepté la mano de Alastor y bajé de la cama para luego seguirle dejando atras a Nyx y a Angel.

Que raro...Según me dijeron a Al no le gusta mucho el contacto físico.

(...)

Lucifer

— ¿Que ocurre cariño? —Lilith me abrazó por la espalda dandome besos en el cuello.

No paraba de mirar el panorama por la inmensa ventana, pensando en...

— Nada hermosa Lilith, solo estaba pensando en unas cosas.

— ¿En qué? ¿En Charlie?

—Claro...Esta bien, le esta yendo bien en el hotel.

—Pues claro Luci, es nuestra hija después de todo.

Suspiré y volví a mirar por la ventana. ¿Realmente era Eva?

—Vamos cariño, sé como quitarte todo tipo de pensamientos...

Empezó a besarme el cuello, se puso frente a mí y empezó a bajar con esa sonrisa traviesa suya.

Oh, Lilith...Te amo pero...¿Que hago si esta Eva aquí? ¿Como podré...no caer a la tentación?

•••
¡hola y adiós!