La nueva llegada || Hazbin Hotel X Oc

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Zenda

— ¿Que te parece? —Sostuvo el vestido Charlie, contenta.

Inspeccioné con la mirada y toqué  con mis manos la prenda.

— Supongo que bien...

Era mi atuendo del hotel, ya que iba a ayudar a cambio de que me saquen de este lugar. Logré convencer a Charlie de que no tengo que ser curada, no debo pasar por su "terapia" debido a que no soy un demonio, por ende, solo ayudaré.
Se la notaba algo triste pero aceptó  al fin.

Pero eso no era todo, debido a que me sentía culpable y mal por ella, acepté  ser su conejillo de indias, además de ayudar en el hotel ayudaría con su terapia, ver si faltaba algo o era excesivo algo y así.
Sinceramente, no perdía nada.

El vestido era de un rojo intenso con botones negros y algún que otro detalle en blanco. Tenia puntilla color crema al final de las mangas y en la punta de la falda, que esta era algo esponjada, ah y claro, el característico sombrerito.

— Una pena que no seas parte del programa, dulzura. Hubiera sido muy interesante...

Lo miré intrigada.

—¿A que te refieres? No soy un puto payaso.

《¡Yo y mi Bocota!》

— ¡Haha! Tiene carácter, me agrada...— estaba muy cerca de mí sonriendo como siempre, se alejó y caminó a la puerta—. ¡Me voy! ¡Luego vendré,  cuida bien del hotel, Charlie!

— ¡Co-Con gusto, Alastor!

Suspiró.
Mi mano se apoyó en su hombro, tratando de reconfortarla.

— Dime en que puedo servirte, hay que sacar esto adelante y hacer publicidad.

Pareciera que una lamparita se le iluminó.

—¡Eso es! ¡Publicidad!

— ¿Nunca lo hicieron? —mi cara de incredulidad era obvia.

— Sí. Y fracasamos, Charlie lo sabes...

Esta negó eufórica.

— ¡No con Alastor! ¡Diremos que el está metido en el hotel! —me tomó  entre sus manos y apretó mi cara— ¡Y tenemos a esta linda demonio para atraer a más clientes!

— Si tiene razón en lo linda.

Rode los ojos cuando me guiñó el ojo Dust.

—Cuando vean que Alastor está metido en esta cosa —señaló el hotel— escaparan, o vendrán a matarlo, o intentarlo mejor dicho.

—Husk tiene razón, esto puede terminar mal.

—¡O muy bien! Verán que el demonio de la radio, ¡El temible! Cree en esto, en lo que trato de hacer.—Animó Charlie.

— Pero no lo hace.

—Ellos no lo saben, Vaggie. Omitiremos ese detalle.

— Gran detalle, gran.

— Si me dan la palabra, yo creo que podría hacer algo de publicidad. Pero necesito algo con que protegerme y compañía, no se exactamente  cuidarme muy bien allí sola.

— Yo te acompaño, Zendus.

— ¿Zendus? Uh, mejor busca otro apodo ese definitivamente no.

— Como digas, cariño. —Coqueteo Angel.

—¡Bien! Esta decidido —Vaggie la miró insegura pero esta le sonrió—. ¡Niffty!

—Oh, esto será tan divertido...—Soltó divertido el gato.

— No estoy segura de mandar allí  sola a la humana...—Cuestionó Vaggie.

— Estará bien, Angel estará con ella y además está oculta bajo ese increíble disfraz. ¡Será su primer trabajo del Hazbin Hotel!

— Dime.

— Oh, Niffty. Necesito folletos. ¡Cuanto más coloridos mejor!

— ¡Hecho!

En un segundo desapareció alegre.

— Sabes, no me interesan las chicas pero contigo puedo hacer una excepción es decir, me llamas la atención, cariño.

Sus cejas no paraban de subir y bajar de una manera pervertida.

— No salgo con demonios.

—¡Ni yo con humanos! ¡Vaya coincidencia! El destino quie-

— No.

—Esta bien —se encogió de hombros y sonrió  despreocupado—, esperaré tu muerte. De todas formas terminarás aquí. Ya quiero verte en tu forma diabólica, nena.

Reí ante lo último y a este parecido gustarle.
Niffty apareció con...Algunos folletos.

•••
¡HOLA Y ADIÓS!