La nueva llegada || Hazbin Hotel X Oc

14

Zenda

Todo oscuro. Eso era todo lo que "veía", bueno en realidad...No veía nada pero, cuando empecé a caminar debajo de mis pies se hacían aureolas, era como si estuviera caminando sobre agua pero no la hay, ¿Estoy en la nada misma? Porque si no, no se explica.

Una luz color azul intenso empezó a aparecer a mi derecha, me giré y vi como una especie de tunel. De ahi provenía la luz.

Con el ceño fruncido empecé a caminar hacia la luz pero una voz me detuvo.

—Para ahí, Zenda.

Me giré completamente asustada y vi a una mujer con el pelo morocho y tenia una delicada y suave tela cubriendo su cuerpo. Era como una diosa.

—¿Quién rayos eres tú? ¿Que mierda esta pasando?

Rió suave negando. ¿Esto da gracia alguna?

—Pequeña...Soy Eva.

...¿Qué?

—¿Cómo?

Suspiró y se acercó un poco a mí.

—Soy Eva. La voz que estuvo dentro de ti.

—¡¿Tu eras esa cosa molesta?!

—Dejame explicarte y no me gusta que me digas "cosa molesta", Zenda.

Rodé los ojos.

—Zenda, eres una reencarnacion mía. Como todas las otras mujeres que habrás visto segundos antes de caer aquí, ellas fueron reencarnaciones mías.

—¿Qué? —realmente parecia estúpida porque no paraba de decir "que" pero es que no entiendo y todo esto me esta mareando.

—Eres la reencarnación de Eva, de mí. Todas las otras mujeres tambien lo fueron pero, fallaron.

—No entiendo ni una palabra.

Suspiró.

— Zenda, cariño...

—¡Espera! ¿Eso quiere decir que no voy a tener control? ¿No voy a ser yo? ¿Tu vas a tener mi cuerpo y consciencia?

—No. Por supuesto que no, dejame explicarte de una vez y cállate.

—De acuerdo.

— Eres la re-

—Sisi ya lo sé, lo haz repetido como 5 veces ya.

—Eres irritante para ser una de mis reencarnaciónes —suspiró calmandose—. Las reencarnaciónes de Eva son ellas mismas, es decir, tú eres tú y nadie te lo va a quitar solo que, llevas mi sangre y por ende...Mis deseos. Zenda, que te quede claro: Eres completamente tú pero con la sangre y alma de Eva. Nadie puede contradecir eso, ¿De acuerdo? Las reencarnaciónes de Eva varían entre las épocas o siguiente vida como quieras llamarle, a lo largo de mi existencia he visto a millones y diferentes muchachas de todos los colores y razas.

—Suena muy feo.

— Lo sé, pero es para que entiendas que no son todas iguales a mi, mirate. En fin, todas ellas intentaron realizar el deseo de Eva, pero todas fracasaron como haz visto.

—¿Los rituales? —asintió— ¿Que quieres decir con eso?

—Zenda, cariño...Eva y Lucifer fueron amantes por mucho tiempo. Estaban enamorados incondicionalmente pero, yo tenía a Adán y él a Lilith. Por lo que, lo nuestro nunca pudo funcionar y yo, vida tras vida intenté comunicarme con él, estar con él, volver a él pero nunca pude entrar al infierno ni siquiera verle. Pero tú...¡Tú estas en el infierno mismo con vida! Eres la indicada, eres el deseo cumplido.

—Yo no pienso estar atras del demonio ese.

Rió seca.

— No es algo que decides, es algo que sientes. Te guste o no, sentiras deseo por Satán y él por ti, eres Eva cariño.

—Tiene esposa e hija.

— Lo sé, ¿crees que yo no tuve eso? Lucifer me amaba y yo a él, él me enseñó a vivir, a pecar. Gracias a el comí el fruto prohibido y viví, sentí placer y todo. Lucifer esta completamente enamorado de mí, ama a Lilith, eso lo sé pero, no como a mí. ¿Por que crees que dijo mi nombre? Me sintió, te sintió.

— ¿A donde quieres llegar con todo esto?

—Lucifer vendrá por ti. O tú irás por él. Son nuestros deseos, mi deseo es volver a él y él a mí. Pero como es inmortal nunca reencarnó. Maldito suertudo... —sonrió feliz—. Zenda, gracias por cumplir nuestro deseo —varias mujeres empezaron a aparecer a su lado—. Estamos muy felices.

—Espera, tengo mu-

—Lucifer te lo contará todo, ya sea en la cama o... —rió—. Disfrutalo. Pue- no. Podemos irnos en paz, ahora que estaremos con nuestro enamorado.

Abrí mis ojos desesperada y mi respiración era agitada.

— ¡Zenda! ¿Estas bien? —Nyx me miró alertado.

Debo hablar con el rey.

•••
¡hola adiós!