6

13.7K 1.5K 359
                                    

Zenda

— No puedo creerlo. —Charlie.

— ¿Que hicieron qué? ¡¿Piensan que somos un hotel proxeneta o qué?! ¡¿Siquiera cómo se les pudo ocurrir esa estupida idea?! —Gritó furiosa Vaggie.

Ángel me abrazó con sus brazos derechos, dándome protección.

— ¡Porque somos los más codiciados  del infierno! Además, ¡Encontré a mi compañera! —con su mano izquierda  ahora, apretó mis cachetes moviéndolos de un lado a otro.

Vaggie nos separó.

— Ángel, ella no es tu juguete, ¿De acuerdo?

Este se cruzó de brazos y bufó rodando los ojos cuando Vaggie nos separó.

—Le sacan la diversión a todo ustedes, además Zenda estuvo de acuerdo.

—¡No puedo creer que estuvieras de acuerdo con este inútil!

Reí nerviosa ante Vaggie.

—Tampoco fue para tanto...Además, les conseguimos clientela.

— La humana no miente —dio un trago a su botella de alcohol—. Hay una larga fila en la puerta del hotel.

Y siguió caminando desinteresado hacia vaya saber quién.

Esto es divertido.

— ¡Clientes! ¡Al fin!

—Charlie, cariño...Están por estos dos tarados —nos señaló, Dust y yo reclamamos ofendidos—. Pronto vendrán verdaderos clientes.  Lo prometo, ¿Si?

Levantó el mentón de charlie cariñosamente y ella sonrió abrazandola.
Frunci el ceño divertida.

—Oigan amigos...¿Ustedes son pareja?

—Lo son. La princesita lastimosamente esta con esa cosa.

— ¡¿A quién llamas cosa?! ¡Estupido demonio!

— Bueno, lo mejor será afrontar la situación. —Habló decidida Charlie.

— Yo me encargo.

—Zenda lo mejor será que tu no vayas...—Sugirió Niffty.

Tarde. Ya me había ido jeje.

Abri las grandes puertas del hotel y allí vi una larga fila de demonios mirando el folleto ansiosos.

— ¡Ho-Hola!

Estos al notar mi voz, me miraron y al instante empezaron a gritar mi nombre y abalanzarse hacia mi.

— No me dejan... Respirar.

Abrí mis ojos asombrada.

—¡Oigan! ¡¿Quien fue el estupido que tocó mi trasero?!

—Vaya, la morita tiene problemas.

Miré al susodicho que se encontraba divertido mirando la escena.

— ¡Podrias ayudarme! ¿No?

Este estuvo pensativo hasta que fue interrumpido por otros de mis gritos reprochando de que dejen de tocar mi cuerpo.

—Oigan oigan, nada de tocar a morita. Es exclusividad del hotel este cuerpo.

Y no se como ni cuando, pero me quito de la horda de demonios.

— Gracias —dije una vez que cerró la puerta, estando a salvo dentro del hotel.

Se limpió las manos chocandolas entre sí.

— No puedo dejar que te toquen morita, además...Podrias agradecerme de otra forma.

Se inclinó leve, llegando casi a mi altura.
Su voz dio a entender sus intenciones. Decidí seguirle el juego.

Me acerqué a éste rozando su boca, ya que era mucho más alto por más que este inclinado.

Este pareció gustarle el acercamiento  ya que sonrío malicioso.

— Tal vez... —mi mano se apoyó en su mejilla y di unas leves palmadas—. con esto bastará, ¡Gracias por la ayuda Dust!

— Si te gusta jugar, juguemos pequeña traviesa.

Con las manos agarradas detrás de mi espalda sonreí  inocente y me dirigí a la sala donde se encontraban todos.

Charlie al verme se paró preocupada.

— ¿Y bien?

— Supongo que se irán... en un rato.

Charlie suspiró y asintió cayendo al sofá donde se encontraba.

—Genial, más alcohol para mí.

— Sirveme uno —pedí mientras me acercaba a ma barra donde se encontraba.

Este a regañadientes aceptó.

Escuchaba a Charlie hablar mientras seguía bebiendo con Husk. La culpa me consumía.

—Mi padre me dijo que me visitaría pronto...¡Seré su patética hija! El tendrá razón...

Vaggie le palmaba la espalda reconfortandola.

— Dulzura, lo solucionaremos.

— Necesito aunque sea uno...¡Uno!

Tomé aire y hablé.

— Yo me encargaré de eso. ¿Solo uno? ¿Cierto? —ella asintió mirándome triste—, bien. Déjalo en mis manos.

Si no iba al paraíso con esto, yo no sé  que tan mal estén las decisiones allí arriba.

•••
¡Hola y adiós!

La nueva llegada || Hazbin Hotel X OcWhere stories live. Discover now