8

12.4K 1.3K 421
                                    

Zenda

Pobre cuerpo... ¿Aguantarás?
¿Realmente estás lista para esto?
El infierno ha reavidado...
A mi.
Abre los ojos, y déjame envenenarte.
Deja que el veneno recorra cada vena,
penetre cada hueso y te llene...
De mí.
No eres quien crees.
¡Despierta!

— ¡Ah puta! —grité agarrándome el pecho con miedo, me encontraba transpirando. Era una maldita pesadilla— Eso era...Una pesadilla.

— ¿Estas bien?

La miré confundida, ¿En que momento entra a mi habitación? Le resté importancia y asentí agradeciendole.

— Sí, Niff. Gracias.

Una hermosa sonrisa apareció en su delicado rostro.

— Me gusta que me digas Niff. ¡En fin! Llámame si necesitas algo, te escuché gritar y vine.

— Gracias. Fue solo una pesadilla.

Me inspeccionó asegurándose que no mienta y luego se retiró.

Suspiré y volví a caer en la cama mirando el techo.

¿Que tan mal me estaba haciendo mi estadía en el infierno? Antes no escuchaba esa voz. Ni tampoco tenía estos sueños...Se que dije que eran pesadillas pero, ahora que lo pienso bien...son, sueños. Simplemente sueños.

Bufé y me levanté de la cama destapandome completamente. La arreglé un poco y fui al baño a darme una ducha.

Sinceramente aún no me acostumbraba al color de la extraña agua ni al olor ni muchos menos a la textura pero...Algo es algo.

Vaggie me había explicado como quitar y volver a poner las cosas de demonio, o bueno el aspecto je.

No había entendido hasta ahora porque Ángel me llamaba morita pero al verme en el tétrico espejo entendí. Entre los cuernos y la ropa parecía una mora.

Me despoje de todo y me metí en la tina hundiéndome, relajando cada músculo de mi pequeño cuerpo, cerré los ojos y sonreí satisfactoria.

— No será igual al de mi mundo pero es relajante...

Una risita hizo que abriera los ojos de golpe.

— Lo sabía.

Tranquila, actúa normal, no puede verte, él extraño color del agua cubre tu cuerpo, relájate...

— Uhm... ¿Al? —sonrió interesado al escuchar como lo llamé me aclaré la gargante y volví a hablar— Alastor, quise decir.

— Oh, dulzura no me molesta que me llames Al, o como tú prefieras.

— No es muy de caballero aparecerse cuando uno se está dando un baño y más cuando lo hace una dama.

— Mis más sinceras disculpas, pequeña Zenda...Pero, debía ponerle fin a este engaño. Y preferí hacerlo de una manera cómica pero veo que te lo tomas con bastante tranquilidad.

Lo miré confundida.

— Oh vamos cariño, ¿A quién engañas con estas cosas baratas? —agarró los cuernos y colmillos— Engañarás a los demonios de bajo rango o a los más insignificantes insectos pero a mí, no. Lo supe desde el momento en que te vi. Tu aroma no era de aquí y ni hablar de estas cosas —dijo con gracia mirando mi disfraz.

— ¿No me matarás?

Río negando.

— ¡Por supuesto que no! No mato a...¿Inocentes? —corrí la mirada— eso creí. No te mataré, pequeña pecadora. Quiero ver cómo es tu estadía en el infierno, que tanto puedes hacerme reír, muero por ver tu espectáculo.

— ¿De que hablas?

— De ti, pequeña Zenda. Pienso proponerte un trato, pero no es el momento. Ya vendrá...

Suspiré.

— Debo admitir que me caes bien, Al. Tu sonrisa es extraña y me da escalofríos pero...Hay algo en ti que me llama la atención, demonio de la radio.

Lo miré seria, este se inclinó a mi sonriendo arrogante.

— Muero por saber que es esa cosa de mi que tanto te llama la atención, dulzura. Y, cuando sea el momento tu alma será mía. Serás mi reliquia, pequeña.

Sonreí de costado.

— No soy tan estupida como para entregarte mi alma y hacer tratos contigo.

— No me equivoqué contigo —su dedo índice se apoyó en mi mentón y me obligó a subir mi rostro, mirándolo con esa macabra sonrisa—; Eres intrigante y peligrosa, Zenda. La peor combinación para demonios como yo, nuestra curiosidad nos gana siempre.

— La curiosidad mató al gato.

Río suave.

Y se fue no sin antes responderme.

— Pero...¿A los demonios también? Ya estamos muertos querida... Que esto sea un secreto entre nosotros hasta que por un descuido tuyo reveles tu identidad.

Su voz seguía retumbando.

Pero que demonio más insoportable.

Bufé.

Sé que me dijeron que me alejara de Alastor pero no puedo y el miedo que alguna vez tuve...Desapareció.

•••
¡Hola y adiós!





La nueva llegada || Hazbin Hotel X OcWhere stories live. Discover now