One Shots +18

San // Ateez.

Caminé con dirección a la casa ya que se empezaba hacer de noche. Después de haber caminado un buen rato al fin llegue a casa. Abrí la puerta sin hacer mucho ruido. Entre encontrándome a San en la sala solo lo ignore y empecé a subir las escaleras.

—¿Donde estabas? —pregunto con cierta molestia haciendo que me detuviera.

—No tengo porque decirte —lo vi fulminante.

—____... —suspiró pesadamente— No quiero pelear —mi miro cansado.

—Entonces no me fastidies —respondí dandome la vuelta subiendo unos escalones más para finalmente caminar hacia la habitación.

Esta apunto de entrar a mi habitación cuando unas brazos rodearon mi cintura.

—____ —me susurro en el oído— ¿Qué pasa amor? —se separo de mí.

Me si vuelta.

—Que tienes con Nayeon —hable sin rodeos.

—¿Nayeon? ¿Mi secretaria? —me miro confundido.

—Si —respondí.

—Nada ¿Por qué? —pregunto.

—¿Por qué el otro día estaban abrazados?—le reclamé cruzando mis brazos.

—Su padre había fallecido solo le di mis condolencias amor —se quedó callado— Espera —miro al suelo pensativo— Tú ¿Piensas que te estoy siendo infiel? —

Oh no estoy en graves problemas.

—San yo... —me interrumpió.

—San nada no puede ser posible a la única persona que yo amo piensa que me voy a meter con la primera persona que se ponga en frente —hablo enojado.

—Lo siento... —susurre bajando mi mirada.

Había cometido el error de mi vida. Pensé que el se iba ir. Dejar sola allí porque me lo merecía por dudar de él pero no en cambio me abrazo. Dió un suspiro pesado.

—Nunca pienses eso de mi —me miro a los ojos.

—Lo siento me deje llevar por los celos —hable apenada.

—Tu eres la única —me beso.

Se sentía muy bien hace tiempo que no lo besaba por lo mismo del problema. El beso se volvió apasionado y me subí encima de él enrollando mis piernas sobre sus caderas y mis brazos sobre su cuello. Comencé a frotar nuestro sexo.

—____... —jadeó.

—San —lo mire a los ojos— te quiero que me hagas el amor —mire sus labios para después besarlos de nuevo.

Entramos a cuarto con paso torpes. Me arrecosto en la cama. 

—Me vuelves loco ____... —se quitó el polo.

Me volvió a besar mientras baja mi braga que que me encontraba con vestido. Sus dedos comenzaron a tocar mi clítoris.

—Sa-n... —arquie mi espalda era mi debilidad.

—Shh... No hagas ruido los vecinos se van a volver a quejar —

—Me vale.... PITO —grite al sentir como había metido un dedo dentro de mí de golpe.

—Shh... —hizo un sonido extraño con sus labios— No se dice malas palabras y el único pito que te lo vas a comer va ser el mío —saco su dedo para repasarlo por su lengua.

—San... —jadeó.

Comenzo a ser embestidas con su lengua. Apreté las sábanas está sensación era deliciosa. San hacia que me volviera débil ante él.

—San... Pa-ra... —me metió dos dedos.

—Yo se que te encanta así que shh... —

Estube apunto de venir cuando él paró pero no por mucho tiempo. Entro de mi de golpe haciendo que arañe un poco su espalda. Intenté de regular mi respiración. Comenzó a pentrarme rápido y fuertes.

—San... —relami mis labios.

—Umm... Si ____... —mordio su labio.

Siguió así hasta que de pronto me paro y me acomodo tipo cucharita. Puso su pene en mi vagina penetrandome lentamente. Agarro mis caderas para poder penetrarme mejor.

—___... —me mordió el cuello desesperado mientras me embestía a su justo.

Su miembro palpitaba y mis paredes lo apretaban hasta que llegue a mi punto G. Sentí como San se corrió adentro de mí. Nos separamos agotados con una leve capa de sudor.

—Eso fue... —lo interrumpí.

—Increíble —lo abrace los la cintura.

—Si... —respondió poniendo su brazo en mi hombro.

Después de un rato se me ocurrió una locura. Me separé de él metiéndome adentro de las sábanas.

—____ ¿Qué... —hablo desconcertado— ____ —jadeó al sentí mis labios en su pene— jo-der—cerro los ojos y tirando su cabeza hacia atrás.

Ni labios subían y bajaban.

—Si... —gemi relamio sus labios— ____... —

Simulaba embestidas con mi boca.

—Para... —intento alejarse pero yo no sé lo permití—Yo joder... —

Sentí un líquido espeso y caliente en mi boca. Me lo trague por inercia era la primera vez que hacía eso.

—Yo... —me miro avergonzado.

—No amor —puse mi cabeza en su pecho— estuvo delicioso —reí.

Él solo aparto su mira sonrojado.