One Shots +18

JungMo // Cravity.

Tome mi Coca-Cola sin mucho interés mientras miraba disimuladamente a todos los lados ¿Dónde mierda se metió JungMo?. Mi celular comenzó a sonar como una especie de notificación. Aburrida lo agarre el aparato. Examiné mi pantalla dando cuenta que el anterior mencionado me había escrito. Bufé abriendo el mensaje.

____ ¿Podrías venir a mi salón?

Volteó los ojos cuando llegó el segundo mensaje.

Por favor me pasó algo bien cabron...
Te necesito amor

¿Ahora que pasó?. Algo asustada me levanté de la silla y me dirigí a su salón. Llegue y note que la puerta está cerrada ¿Acaso era un tipo de broma de su parte?. Indignada me di la vuelta para regresar al comedor cuando de repente la puerta se abrió y me jalo hacia adentro. Está apunto de gritar pero rápidamente me di cuenta de quien se trataba.

—Acoso ¿Eres un imbécil? —di un gruñido mientras le si un golpe a su pecho— me diste un susto idiota —

—Auch... —se sobó en la zona afectada— lo siento amor —hizo un leve peluchon.

Solo negué con la cabeza.

—Esta bien Koo ¿Para que me necesitas? —pregunte cruzando mis brazos.

—Podras de dejar de llamarme Koo sabes muy bien que no me gusta —respondió con molestia.

Solo suspiré.

—Esta bien lo siento amor —lo abracé de la cintura mientras le sonreía— ¿Qué le pasa a mi bebé? —hable media añiñada.

—Tengo una reacción —me sonrió algo tímido.

Volví a negar la cabeza con una sonrisa tonta.

—Y ¿Quieres que te la chupe? —hable burlona.

—Hay ____ no sea tan grotescas —hizo un peluchon.

Rei por su acción. Cogí su rostro acercándolo al mío.

—Pero te gusta que te la mame —respondí besándolo apasionadamente la cual él no se negó y me cogió de la cintura haciendo que mis piernas abracen sus caderas.

Pude sentir erección que me hizo mojarme al instante.

—No sabes cuanto te deseo ____ no pude evitar pensar en ti en la clase de química —dijo entre besos.

—¿Por qué... —jadee— Pensaste en mi en tu clase de química?... —pregunte mientras mordía mi labio al sentir como puso sus manos en mi trasero.

—Porque por casualidad... —gruñio tirando algunos papeles del escritorio de su profesor poniendo allí— abrí una carpeta de fotos que no debí abrir dónde me mostraba mi sensual enamorada en lencería —respondió volviendo a besar mientras desabotonaba mi blusa.

—JungMo... —gemi al sentir sus labios en mi cuello haciendo un chupón— Ahhh... —

Cuando terminó lo empuje y me arrodille frente a él.

—La ayuda no era para mí cariño —hable mientras le quitaba su cinturón para después tíralo algún lado.

Desabotone su pantalón bajandolo hasta la rodilla junto a su boxer. Mordí mi labio al ver su pene erecto. Acerque mis manos a su precioso amigo para llevarlo a mis labios.

—____ Mierda... —tiro su cabeza hacia atrás relamiéndose los labios.

No le preste mucha atención. Continúe con lo mío. Mis labios subían y bajaban en ese trozo de carne. Creo que el no puedo evitar poner sus manos en mi cabeza haciendo que lo hiciera más rápido y después de unos cuantos minutos se vino en mi boca. Por inercia me lo tragué. Algo juguetona saque su pene de mi boca lamiendo su puntita haciendo que el soltará una maldición. Me levanto de suelo dandome vuelta y poniéndome contra la mesa chocando mi mejilla en la fría madera. Sin decirme nada bajo mis bragas de una y se posicionó en medio de mis piernas poniendo su pene en mi entrada mojadisima.

—JungMo por favor... —le pedí.

Quería que ya entrara. Quería sentirlo. No me respondió solo lentamente comenzó a penetrarme y no puede evitar gemir su nombre.

—Aún sigues apretada amor... —gemio empezandome a embestir más fuerte pero lento.

Moví mi tracero al compás de su ritmo haciendo que se volviera más delicioso. De pronto me agarró de los pechos aún con mi brasier y los saco de este haciendo que cada vez que me embestía rebotarán. Me agarre fuertemente de la mesa cuando sentí como mis piernas temblaban.

—Creo que voy a llegar... —susurro.

—Yo también... —gemi.

Sentí como mi paredes palpitaban. De pronto sentí una corriente de mi parte baja cuando me vine. Intenté de regular mi respiración mientras él acaba cuando de la nada sentí un espeso liquidado invadió toda mi parte íntima. Ya sabía lo que era.

—Me encantó... —susurro cerca a mi oído que me hizo sentir un tipo de escalofrío.

—A mi también amor —respondí cansada tirandome en el escritorio.