XVI: ¿Qué soy para él?

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A la mañana siguiente desperté muy adolorida, cansada e incapaz de todo. No tenía idea de qué me sucedía hoy, pero no tenía ganas de nada. Ni de comer, ni de seguir durmiendo, ni de estar de pie, ni de estar sentada, mucho menos de hablar e incluso, pensar.

Pero él estaba en mi mente como siempre, día tras día, noche tras noche, minuto tras minuto. Parecía increíble la capacidad que tenía de introducirse en mi mente y hacer lo que quisiese con ella, como si fuera un títere. No era su culpa, más bien... es mí culpa. Yo era la que decidía si pensar en él o no, si observar sus fotografías cada vez que despertaba o no.
Quiero ser suya, y que él sea mío. De nadie más.

Observé los arboles que estaban quietos, como si una oleada de hielo los hubiera congelado por completo. Estábamos en pleno verano y yo quería vacaciones... a pesar de que hemos comenzado las clases hace menos de un mes.
Un mes... ¿Tanto ha cambiado todo en menos de un mes?
Dos semanas... dos semanas llevaba hablando con Brad. ¿Tan poco? ¿Cómo es que avanzamos tanto en dos semanas? Al parecer nuestra "relación" avanzaba tan rápido como mi cáncer.

Y allí había otro suceso, hace casi tres semanas fui diagnosticada. Mi vida había cambiado completamente, aunque admito que me gustaban estos cambios. Quizás no me gusta tener cáncer, lo aborrezco de hecho, pero ¿Brad?

Otra vez, pensando en él.

Repentinamente recordé la notificación que ayer me había dejado mal y era que Tristan me había comenzado a seguir en twitter. Sí, estoy muy feliz por eso pero... ya no es lo mismo. Él sabe de mi, sabe qué está sucediendo con Brad y me niego a pensar que me siguió porque le twittié que lo hiciera, o porque dije algo gracioso. Lo hizo por Brad, por lo que sucedió y por lo que sucederá. Estoy muy segura de que anoche luego de hablar conmigo, apenas cortó la llamada, él y Tris hablaron de mi, pues Tris subió una fotografía donde estaba Brad dormido y la descripción decía "La charla más interesante de la vida con B, lastima que se ha dormido haha" y coincide con la hora en la que me siguió.
Aún así le agradecí y puse en mi nombre las siglas: "TYSM TRIS", y estaba feliz porque ahora tenía 2/4. A pesar de todo, sigo siendo admiradora de The Vamps.

Me puse de pie para buscar el cargador de mi móvil y una oleada de calor me recorrió gran parte del cuerpo, desde mi espina dorsal hasta mi frente. Las gotas de sudor no se tardaron en caer por mi rostro y mi espalda. Caminé hasta la puerta y apoyé mis manos en el picaporte luego de abrirla.

–¡Papá...! –Intenté hablar lo más fuerte que pude– ¿Me escuchas? ¡Papá!

De pronto manchas negras con formas de aves se posaron en mi vista y sentí como caía de espaldas sin poder hacer demasiado, me iba... me estaba yendo y no podía sostenerme.

                             ****

–Creo que está despertando...

–Sí, me parece que si.

No reconocí las voces en un comienzo, no sabía quiénes eran, pero si sabía que mi cabeza dolía muchísimo, y ya no tenía calor, si no que frío, mucho frío.

–¿Clary?

Abrí mis ojos.

–Aquí, presente. –Intenté reír al ver a mi padre.

–Me diste un gran susto...

Vi que una mujer de cabellos rojizos estaba sentada junto a él en la mesita de la sala de estar. Me pareció extraño, la reconocía pero... no sabía de donde; hasta que luego de unos segundos me llegó el golpe mental y recordé: Susan, de la oficina.

–Lo siento, estoy bien, recuerda que el doctor dijo que los desmayos eran comunes. –Me incorporé.

–Hola Clarissa, ¿Te sientes mejor? –Preguntó Susan de la oficina.

kiss me hard before i go // Brad SimpsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora