XVII: De vuelta a la normalidad.

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Brenda y yo íbamos camino al instituto en su automóvil por la mañana, aunque ninguna quería asistir. Yo podría haberle dicho a mi padre que me sentía mal, y haberme quedado en casa... pero no es justo, no voy a aprovecharme de la enfermedad.

Aparcó en el estacionamiento y nos bajamos algo adormiladas, era lunes y ambas reconocemos no ser buenas los lunes en las mañanas. Cruzamos con lentitud el estacionamiento y vi a Alex bajarse del automóvil de uno de los chicos del equipo, me parece que era Trent.

–¡Hey Alex! –Grité agitando mi mano.

Él solo agitó su mano y sonrió, luego se escabulló por entremedio de los otros automóviles. Miré a Brenda con el ceño fruncido y esta se encogió de hombros.

–Debe estar algo exasperado por el partido el viernes.

Asentí y me voltee rápidamente chocando con Will.

–Will. –Dije inconscientemente.

–Debemos dejar de encontrarnos de esta manera, o uno de los dos terminará herido. –Se echó a reír.

–Creo que si... –Reí junto a el.

–Bueno Clary, me preguntaba si el miércoles te... –Iba a continuar la frase pero se vio interrumpido por alguien.

–Hey, Will –Gritó Trent restregando sus nudillos en la cabeza de Will–. ¿Vienes? Me han dicho que el entrenador nos está buscando.

–Claro, Trent, vamos. –Dijo algo resignado.

–Lamento quitártelo Clary, pero el deber nos llama. –Rió algo extraño.

Yo solo reí negando con la cabeza observando cómo se iban.

–Segunda vez que Trent me quita a Will, la otra vez en el almuerzo, también lo hizo. –Rodé los ojos.

–¿"Debemos dejar de encontrarnos de esta manera"? –Preguntó Brenda alzando las cejas.

–Ah sí... es que, el sábado nos encontramos en el centro de la ciudad y me invitó a un café helado...

–¿Qué? ¡Tu nunca me cuentas nada! –Se cruzó de brazos.

–No creí que fuese demasiado importante, Brend.

–Bueno, para mi lo es. Luego dices que Alex es el que está extraño. –Frunció el ceño.

–Pero si no fue nada, nos encontramos, bebimos café helado y luego me llevó a casa.

–¿Te llevo a casa? –Abrió los ojos– ¡Aw! ¿Y qué mas?

–Sólo eso, no te vayas a creer el cuento de que lo invité a pasar y que lo llevé a mi habitación.

–Pues debiste hacerlo, es una alta bomba sexual. –Rió codeándome.

–Tú, Brenda Hamilton, eres im-po-si-ble. –Marqué cada silaba de esa palabra intentando no reír.

–Aun que su amigo está mejor, Trent, es el capitán del equipo.

–Si, lo que tú digas Brend... –Reí caminando hacia la entrada.

Nuestra primera clase fue biología, una de mis favoritas, así que estuve poniendo atención sin distraerme demasiado, aunque algunas veces Brad se aparecía por mi mente, pero lograba correrlo. Y... admito que Will también, pero no es por nada en especial, solo por lo de hoy, ¿Qué habrá querido decirme?

Cuando la clase acabó Lucas y Alex nos acompañaron a nuestros casilleros porque yo tenía ropa de gimnasia que sacar de allí, y Brenda necesitaba hacer un cambio rápido de libros. A pesar de que sabía que tenía que hablar con el maestro de gimnasia, no quería hacerlo e intentaría llevar el ritmo de la clase, sólo que de una manera algo más lenta para que nadie se percate de que me está sucediendo algo. Los cuatro nos quedamos conversando sobre temas triviales sentados en un pequeño circulo en el césped, como usualmente lo hacíamos. Cuando les conté a los chicos que había salido con Will el fin de semana (por una casualidad), comenzaron a fastidiarme tanto, que por un momento me arrepentí de haberles dicho.

kiss me hard before i go // Brad SimpsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora