kiss me hard before i go // Brad Simpson

XXIV: No más secretos.

Estaba completa y absolutamente destruida, tanto por culpa de Brad como por culpa del cáncer y la quimioterapia que no me había dejado para nada bien. Físicamente me dolía el puerto por donde entraban los catéteres a mis venas en mi pecho, y también había tenido efectos secundarios, los cuales me han hecho vomitar todo lo que he ingerido en los últimos días y hasta lo que no ingerí. Mentalmente, me dolía todo... Todo estaba mal dentro de mi cabeza. Llevaba cinco o seis días sin salir de mi habitación, comía allí, dormía allí, leía allí. Y no sé si tiene relación con él, o con la enfermedad.

Sólo sabía que mi pecho dolía, o quizás no dolía... Pero tenía una sensación de angustia mezclada con un cierto tipo de peso, sí, algo así, sentía que mi pecho pesaba muchísimo y eso me dificultaba hablar. A mi padre le respondía muy poco, no contestaba las llamadas y cuando Brenda quiso venir a casa decidí fingir y le dije que no estaba.

Brad me llamaba todos los días, cada dos o tres horas más o menos, me dejaba mensajes de buenas noches y de buenos días, mensajes que decían que lo sentía, a veces los enviaba a eso de las cuatro de la madrugada, porque decía que sin estar bien conmigo, él no podía dormir. Y yo le creía, de verdad que lo hacía, pero eso no quitaba el hecho de que la hubiera besado. Quizás estoy exagerando, quizás no debo estar así por el hecho de que él y yo no somos nada más que dos personas que se han besado un par de veces... Pero para mi no es así, para mi él es importante, él es una de las personas que más quiero en mi vida. Cuando él llego, todo cambió, todo se iluminó, incluso sentí que podía contra el cáncer, que por él me iba a mejorar... E incluso, que si no mejoraba y... moría, iban a ser los mejores meses de mi vida junto a él.

Estaba helando, el mal tiempo ya comenzaba a hacerse presente, lo que conlleva la llegada de Halloween y aquellas fiestas que se aproximan. Pero ni si quiera eso lograba sacarme una sonrisa. Sólo él podía.

Luego de darme una ducha mi móvil comenzó a sonar y era Brenda, no quise coger el móvil y comencé a secarme el cabello. Luego llegaron innumerables mensajes de ella a mi móvil, así que decidí que debía contestar.

–Hola... –Suspiré.

–Hola Clary, ¿Cómo has estado?

–Mejor que nunca, ¿Y tú? –Fingí.

–Bien, ya sabes... Planeando... –Rió.

–¿Planeando?

–Creo que llevas mucho tiempo en casa, y hoy, es viernes... Osea tu padre se quedará con Susan y como lo decidimos con él, iré a dormir a tu casa...

–Si, eso ya lo sé...

–Bueno, creí que era buena idea invitar a los chicos. Así que, prepárate, porque en una hora iré con Alex, Lucas, Trent, ah y... Will, así que ponte guapa, ya les dije no puedes decir que no.

–¿Qué? -Grité- Brenda, no yo...

–Sh, tengo llaves, entraré de todos modos, no puedes seguir así por él, es suficiente.

–Vale, como sea. –Bufé.

–Nos vemos en 59 minutos... –Dijo ella y cortó la llamada.

Genial, tendría que fingir felicidad y pretender que todo estaba en excelentes condiciones. Busqué unos jeans de tubo color negro, mis vans color vino y una blusa simple del mismo color que las zapatillas. Cepillé mi cabello y me puse un poco de máscara de pestañas. Hice mi cama y ordené un poco la casa. Eran cerca de las 4 pm y en poco rato llegarían los chicos. Después de todo, son mis amigos, no puedo decirles que no vengan a casa, sobretodo si lo que quieren es ayudarme...

Me dejé caer en el sofá esperando a que llegaran cuando decidí revisar el twitter de Brad, había desactivado las notificaciones de sus tweets porque no me gustaba verlas todo el tiempo. Hace unos diez minutos había publicado "Espero que ella lo entienda hoy..." Lo que significaba que nuevamente estaría llamándome y enviándome mensajes hasta quizás que hora de la madrugada. Rodé los ojos y bloquee el móvil. Unos diez minutos más tarde oí el timbre y me puse de pie para abrir intentando sonreír un poco.