XXV: Mi primera vez.

3.1K 199 49
                                    

Me encantaría poder decir que durante la última semana mejoré, que Brad y yo nos arreglamos, que mi padre no se preocupaba tanto por mi y seguía su vida con normalidad.
Pero esa no es la verdad...

Era miércoles por la tarde y estaba saliendo del hospital porque hace 14 horas aproximadamente, tenía 39° de fiebre y estaba sudando, también sangrando por la nariz y delirando. Sentía mucho cansancio generalmente, me costaba a veces subir la escalera de mi casa, o caminar por mucho tiempo sin detenerme a tomar agua o simplemente a tomar un respiro.

Estaba empeorando, y lo notaba en mi cuerpo. Me pregunto ¿Qué es lo que sucederá? Seguiré empeorando y... ¿Voy a morir?

Detestaba el hecho de que era mi cuerpo el que estaba con ciertos problemas y yo no podía controlarlo, quisiera hacer algo, cualquier cosa que me hiciera estar mejor. No me importa demasiado morir, pero si me importa no tener suficiente tiempo con él. Si no le hubiese conocido, ni si quiera habría aceptado la quimioterapia y sinceramente no había prolongado más mi vida, dejaría que esta me llevara de forma natural y pura, disfrutando cada minuto de mis últimos momentos con mis seres queridos. Pero desde que él forma parte de mi vida, quiero prolongar cada minuto que esté con él. Porque los días en la semana en los que no estoy con él, son sinceramente momentos vacíos que no tienen importancia, recuerdos que me da igual si me los llevo conmigo o no al momento de dejar este mundo. Me sigue llamando a diario y preguntándome como estoy, como me siento o si necesito algo que no tengo; yo simplemente me rio y le digo que estoy bien (a pesar de que no lo esté), porque sinceramente no quiero preocuparle, y quiero que todos sus conciertos finales los esté dando bien, con calma y no enfocado en otra cosa que seré yo. No es justo que aquellas chicas que son exactamente igual a mi paguen con su distracción que en otras palabras soy yo. Él tiene que estar bien, no puede estar mal por mi culpa, no puedo dejar que le afecte el hecho de que estoy comenzando a cambiar en cierto modo, Brad tiene que seguir con su vida, común y corriente, como si yo fuese simplemente una estrella fugaz que pasó y se olvidó.

Al llegar a casa, luego del hospital, cené con mi padre tranquilamente, hace mucho tiempo que no estábamos los dos solos sin compañía de mi mejor amiga o de Susan de la oficina.

–Y... ¿No te molesta quedarte sola los viernes por la noche?

–No me quedo sola, Brenda viene a cuidar de mi.

–Ya lo sé, es el acuerdo pero... Quizás quieres que esté contigo, hija.

–No hay problema. –Sonreí– Tú tienes que hacer tu vida y estar con Susan, me gusta verlos feliz, además me hace bien pasar una noche sola viendo películas y estando junto a mi mejor amiga.

–A pesar de la desgracia que es tu enfermedad, has madurado mucho y... No te lo has tomado tan mal.

–¿Qué otra cosa puedo hacer? –Reí–¿Morir antes de hacerlo de verdad?

–No vas a morir, Clary, luego de la quimioterapia vas a estar bien.

Asentí porque no quería arruinar el momento. Pero yo sabía perfectamente cómo me sentía y hacia dónde iba mi vida.

Estaba por dormirme cuando mi móvil emitió un sonido y una notificación de twitter me avisaba que James Mcvey, mi James Mcvey, estaba ahora siguiéndome en twitter. Me eché a reír y dejé escapar un grito de emoción. A los pocos segundos Brad me estaba llamando.

–Hola Brad.

–¡Dile a James que eres mía! –Gritó.

–¿Qué?

–¡Que le digas a James, que eres, mía! Estás en el alta voz, te oye.

–Me acaba de seguir en twitter...

kiss me hard before i go // Brad SimpsonWhere stories live. Discover now