Toska [l.s]

I

—Otra cirugía exitosa— menciona la enfermera.

—Muy bien hecho, doctor Tomlinson— su compañero le da una palmada en su hombro mientras Louis quita los guantes de latex de sus manos.

Acaba de salir del quirófano después de haber realizado una operación a corazón abierto, las cuales son altalmente delicadas y riesgosas, pero lo ha logrado, ha salvado otra vida que estaba en sus manos, vuelve a ver su vida en una paleta de colores más allá de blanco y negro.

Retira toda la vestimenta de cirugía de su cuerpo volviendo a colocarse su bata de doctor junto al estetoscopio alrededor de su cuerpo y un expediente en su mano. Trata de calmar el olor a sangre por su aroma natural a crema pastelera mientras deja el expediente a la enfermera.

—Hey, Louis— saluda el enfermero, compañero y amigo, Niall.

Louis voltea su cuerpo mientras le sonríe suave —¿Qué hay?— pregunta casualmente mientras con su mano derecha retira los mechones de cabello que caen por sus ojos.

El joven beta sonríe amplio —Todo muy bien, oí que acabas de salir de cirugía, debes estar exhausto.

El omega suspira y asiente —Claro, me duele ligeramente mi columna, por estar en la misma posición, ya sabes.

Niall asiente —Es agotador sí.

—¿Cómo ha estado el turno para los enfermeros hoy?— pregunta Louis sutil.

Niall resopla mientras se recuesta a la pared —Tranquilo a decir verdad, no han llegado muchas urgencias hoy.

Niall es un enfermero mayormente dedicado al área de urgencias y de vez en cuando a cuidado intesivos, pero no asiente a cirugías o algo parecido, sólo hace "trabajo de campo" como vacunar, limpiar heridas, dar medicamentos, tomar presión, y demás.

—Agradezco al cielo que por fin sea viernes— suspira alegre y Louis sonríe.

—Yo también pero agradezco el doble que cuando iba a comenzar a trabajar aquí seleccioné de días libres mis fines de semana— bromea Louis.

Niall guiña un ojo con un buen humor comunicando con su gesto que Louis fue inteligente al escoger aquello —Sabio— responde cortamente vacilante.

—Doctor Tomlinson, hay un adolescente de trece años con una pierna fracturada en dos partes en sala de urgencias— anuncia un enfermero.

Louis asiente y retoma su paso junto a Niall hacia la sala de urgencias.

. . .

Cuando la noche toca el viernes y la hora de salida ha llegado, Louis por fin puede retirarse junto a Niall pero en la entrada del hospital un alfa está esperándolos aunque justamente no es él, el alfa de Niall está de pie recostado al auto con un niño de no más de un año y medio en sus brazos, la familia de Niall. Su propia familia.

Louis cree que es un buen momento para recordar cómo hechó a perder su vida por su vida laboral cuando llega a su enorme apartamento y no hay nadie quién le haga una taza de café, le bese la mejilla y abrace cerca y mucho menos unas pequeñas manos que se sujeten a su pantalón de hospital o le pida biberón.

La vida a veces puede ser muy solitaria por temporadas pero Louis sabe perfectamente que lo suyo no serán temporadas, será todo su vida, hasta el día en que muera, no tendrá a nadie quién llore su muerte o lo extrañe, tan siquiera a nadie a quién dejar desamparado.

Todo se vuelve azul de nuevo en contraste con los pensamientos de Louis.

Mira su reflejo en el espejo del baño, no debería de verse tan mal para su edad, ojeras moradas bajo sus ojos, cabello de un marrón descolorido, labios resecos y pálidos, más delgado que de costumbre y tan siquiera recuerda hace cuánto fue su último celo, la vida y su omega le están pasando la factura por sus decisiones del pasado. Hay algunas veces que tan siquiera siente a su omega, se está volviendo tan sólo un hombre de 35 años común. No hay algún antídoto o medicina para un omega abandonado.