Toska [l.s]

XVIII

Es ahí cuando Harry se mantiene toda la noche acariciando la esbelta y pronunciada curva del trasero de Louis.

Con sus colmillos hurgando y rasguñando la piel del cuello de Louis, manteniéndolo débil, entregado y ansioso, suspirando.

Él no lo va a marcar, no es momento y es muy pronto, sin embargo, ama la docilidad y fragilidad de aquel que yace en un casi sueño entre sus brazos.

—Harry— jadea muy bajo, con sus pies enroscados en las pantorrillas del alfa —Si sigues haciendo eso mi omega no se va a resistir más.

Harry sonríe contra su mejilla —Dile que no sea ansioso.

Louis tira los rizos hacia atrás, estirando el cabello del alfa para poder mirar sus facciones mejor. Aquel rostro tan fuerte y seguro de sí mismo le obsequia una seguridad que nunca había experimentado, tan sólo desea que el resto de sus noches sean como la que han vivido en ese momento.

Le besa, suave, tomando lo que le pertenece, el alfa, todo suyo en ese momento, en una vida entera espera él.

—¿Harry?— pregunta.

El alfa levanta su cabeza de los besos en la barbilla que estaba dándole —Dime.

Traga nervioso y ajusta sus manos en los omóplatos de Harry —¿Me dejarás por la mañana?

Lo observa unos largos segundos, tan sólo parpadeando con sus pestañas castañas y besa el labio superior de su amante —Estamos en Brasil juntos, no creo que pudiera hacer eso— bromea.

Niega —Hablo metafóricamente, ¿me dejarás alguna mañana? — aclara su pregunta.

¿Quién podría responder esa pregunta cuando nisiquiera él sabe qué sucederá en un minuto?

Pero sin embargo Harry lo hace, la responde.

—No tengo control del futuro Louis— pausa— Pero te prometo que mientras yo tenga mi presente en mis manos no te dejaré, porque yo jodidamente siento algo por ti y no creo que ese sentimiento desaparezca por la mañana.

¿Louis cómo le explica a su omega que debe mantener la calma antes de que este comience a imaginar toda una vida con el alfa?

Harry le pertenece en este justo momento, no importa el futuro cuando ahora lo tiene desnudo encima suyo acariciando el lugar donde irá su marca.

Besas sus mejillas y asiente —Gracias.

El alfa frunce el ceño —¿Por qué?

Lame sus labios y sonríe con adoración —Por darme al oportunidad de tenerte.

Ríe bajito y con su dedo silencia los labios y luego los besa —Gracias a ti por ser un niño mimado y caprichoso— bromea.

Louis sólo puede abrazarlo y aferrarse a él, mientras escucha los latidos acelerados de Harry bajo su oído en medio de la noche y la oscuridad, sin poder ver sus rostros con lucidez, sólo sintiendo sus presencias, la bomba de sangre golpea fuerte y conciso aún más cuando Louis susurra en su oído un muy bajo y confidente "te adoro".

  . . .

Louis despierta la siguiente mañana con Harry totalmente hundido en su pecho, durmiendo mimoso como un cachorro, abrazándolo fuerte.

¿Quién diría que un alfa tan grande y fuerte, amaría tanto recibir cariños del omega?

Debe poder soltarse y dejarlo, el trabajo lo llama y debe acudir.