Toska [l.s]

XII

—Que noche tan fría— ajusta Louis su abrigo por encima de su uniforme mirando el cielo estrellado que lo cubre.

La ventisca es fría y áspera, hace chirriar sus dientes y sus manos ponerse casi moradas, al igual que el botón de su nariz.

Sube a su auto para encender la calefacción y lograr entrar un poco en calor, abrazando a sí mismo y luego decido en comenzar su camino.

Han pasado cuatro días desde que el director dio el comunicado y aún no sabe qué hará, no tiene a nadie a quién llevar.

O eso cree, hasta que su mirada cae en aquel mismo letrero "Te describimos a ti en un ramo de flores".

Claro, es el momento perfecto para que Harry lo perdone y de paso lo acompañe a Brasil, ¿quién en su sano juicio rechazaría un viaje todo pago a Brasil?

Louis estaciona su auto un establecimiento antes y se baja, acomodando su abrigo y luego halando y pinchando sus mejillas para provocarles un rosete.

Y la campanilla de la puerta suena. El alfa esta incado con su típico delantal aunque este ahora es color vino y una coleta despeinada en su cabeza, manos sucias tocando las raíces de un rosal.

—¿Cómo me describirías a mi en un ramo?

La chillona y peculiar voz abunda la floristería. Harry suspira hondo y gira su cabeza analizando al omega rosete frente a él, mordiendo su labio vacilante.

—¿Te sirve un ramo de hojas?— pregunta sarcástico.

Louis sonríe —Anda, vengo como cliente, armame el ramo, lo pagaré.

Los ojos del alfa se voltean —Claro que lo harás.

Camina rumbo a las flores y comienza a seleccionar. Louis ve como toma grandes y pequeñas pero su ancha espalda no lo deja mirar bien.

Hasta que camina de nuevo al mostrador tomando una cita para atarlo y se gira, haciendo entrega a Louis.

Él abre sus ojos, sorprendido y maravillado, es precioso, con rosas color naranja muy leve, hortensias celestes y demás flores que Louis no conoce.

Louis lo recibe y exclama sorprendido
—¡Es hermoso! ¿así me describes a mi?

Harry bufa y se gira. Louis lo sigue.

—¿Cuánto te debo?— pregunta a su espalda.

—Nada— responde simple y corto.

Louis lame sus labios, tomando valor
—Entonces déjame pagártelo con un cena, acepta salir conmigo.

Harry frunce su ceño y gira —¿Cenar?

Louis asiente —Una cena, sólo tú y yo.

Él niega —No, está loco.

Suspira —Vamos Harry, es sólo una cena en dónde podré disculparme y pagarte esta bella demostración.

—Es mala idea, tú siempre quieres más.

Louis niega frenéticamente  —Te lo prometo que no, será solo una cena de disculpa, ¿aceptas?— pestañea suave y dulce.

—Bien— responde entre un gruñido y Louis sonríe brillante, chocando palmas feliz.

Mientras Harry lava sus manos y deshace su delantal para luego tomar las llaves y apagar las luces dando el cierre a la floristería por hoy.

. . .

Louis tararea una canción de la radio mientras Harry mira por la ventana del copiloto, distraído en su mente. 

Él está feliz mirando el perfil de Harry.