Toska [l.s]

XXII

Y es que cuando despierta no siente sus piernas, totalmente drogado en medicina.

Louis le mira temoroso desde una esquina de la cama, manteniendo su distancia, es por la puesta de sol que él deduce que es tarde ahora y parece ser que Louis hoy no ha ido a trabajar por quedarse acompañándolo.

Louis tiene toda su fe puesta en que Harry mejoré para pasado mañana, cuando partan de vuelta a Londres. La verdad Louis clama gritos que el tiempo pase rápido porque extraña su hogar más que a nada.

Están por cumplirse las 24 horas del celo de Harry y Louis está impaciente, necesita que Harry esté bien de nuevo además de no haber pegado ojo en toda la noche, se siente agotado pero él simplemente no podía dejarlo serlo y acercase a él no es la cosa más convincente ahora.

Harry lame sus labios agotado e hirviendo el fiebre, sudoroso y con su rostro carmín en los lugares comunes —Louis— susurra.

Louis levanta su preocupada mirada —¿Cómo te sientes?

Encoge sus hombros —Como lo mierda, ¿qué me ha pasado?

Louis pasa un vaso de agua hacia él —Entraste en celo y tu alfa te enfermó.

Harry frunce su ceño sin comprender —¿Mi alfa? ¿por qué haría eso?

Encoge sus hombros también —No lo sé, alguna confrontación debiste tener con él— vacila —Pero ahora no te preocupes por eso, descansa, necesitas recuperar fuerzas.

Harry asiente y la mirada agotada cansada de Louis no le dan un buen sentimiento —¿Tú lo has hecho? ¿has descansado?

Louis sólo sonríe y coloca su mano sobre la de Harry —Sí, no te preocupes, vela por tu mejora ahora.

Harry niega —Te conozco, me estás mintiendo, cuando lo haces tu ceja derecha se levanta como lo hace ahora.

Una sonrisa se escapa apenada de él —Harry— menciona en tono juguetón golpeando suave su hombro.

Harry se levanta un poco para recostarse en el respaldar de la cama y halar a Louis a su pecho, haciendo el rostro del omega caer sobre él y envolviéndolo en un abrazo
—Descansemos los dos juntos hasta que termine este celo.

Louis asiente y acaricia el maltratado pecho del alfa.

Encontrando su paz ahí, escuchando su corazón bajo su oreja y su respiración contra la coronilla de su cabeza. Tan calmada, totalmente distinta al día anterior, mostrando tranquilidad y fortaleza. 

Harry besa sus cabellos y luego baja su cabeza para alzar la de Louis —¿Te lastimé ayer?

Louis niega —No, no lo hiciste.

Harry duda —Pero puede haberlo hecho, estaba vuelto un loco, debí asustarte mucho.

Encoge sus hombros —No pasó nada, no te preocupes.

Harry besa su frente ahora —Lamento haberte hecho pasar eso, omega.

Acaricia su pectoral —Tranquilo Harry.

El alfa asiente y ajusta su abrazo contra Louis —Hueles a preocupación.

Sonríe —Casi me matas del susto.

Cepilla sus cabellos con sus dedos —Mi pobre omega, tan bueno y gentil, perdona lo que ocasioné, no te cuidé.

Louis sólo entierra su rostro en pecho de Harry, ocultando su sonrojo y emoción cuando el alfa le habla dulce. Él siente derretirse y debe esconder su ronroneo de Harry.

—Mírate, eres un cachorro, estás ronroneando— mima el cuello de Louis, brindándole palabras que ponen el omega suave —Tan tierno.

Busca aquella mirada celestial de Louis entre su pecho para encontrar unas pupilas dilatadas y semblante frágil, como si fuera un gato pequeño.