Toska [l.s]

XV

Durmió demasiado o eso cree cuando despierta y Louis ha dejado la habitación.

La reunión, cierto. Debe haber ido allá.

Se levanta, se da una larga y buena ducha para vestir una pantaloneta y una camisa colorida al estilo brasileño.

Lo difícil viene cuando debe bajar a comer y no hay rastro de inglés en el lugar.

Se siente tonto y desubicado además ¿qué se supone que hará por dos semanas en Brasil? Louis no siempre estará libre, a fin de cuentas él vino a trabajar, Harry vino más como a vacacionar pero obviamente el no reconsideró eso cuando acepto los ojos dulces de Louis.

Debe volver a subir su escudo.

—Bom dia cavalheiro— menciona hacia a él el que parece ser quien atiende en la cafetería del hotel.

Harry no entiende nada —Inglés— logra decir.

El brasileño frunce el ceño y asiente pasando hacia a él un menú. Harry logra
comprender un poco las comidas por la imagen que incluyen y termina señalando algo muy casual y el hombre alfa asiente.

Harry suspira, esto será difícil.

Toma el café mientras revisa el periódico del cual no entiende nada por es en portugués y luego enciende su teléfono, recibiendo así una llamada perdida de Louis.

La devuelve y al cabo de minutos la voz peculiar del omega lo recibe —¿Hola?

—¿Por qué me llamaste?— lleva un poco de cereal a su boca.

Louis suspira a través del teléfono  —Mañana debo empezar con la fundación pero hoy lo tengo libre, ¿dónde estás?

Traga —En la cafetería del hotel.

—Bien, voy para allá— corta.

Harry continua con su desayuno hasta que mira cerca a Louis pero no sólo a él, si no a un hombre alto, piel más oscura que la de Louis y ojos color negro junto a este. Un alfa.

Harry frunce su ceño.

Louis sonríe cuando llega junto a Harry —Buenos días— saluda feliz y cantarín.

Harry sonríe fingidamente y su mirada cae en aquel hombre.

Louis retoma conciencia —Oh Harry, él es Flavio, compañero en la fundación.

Ese hombre, Flavio, no luce como alguien meramente simpático, sin embargo, Louis parece caerle más que bien, está maravillado mirando al omega. Harry lo nota y la reacción de Harry cuando saluda al brasileño no es la más amigable.

—Buenos días— responde secamente mirando al hombre moreno de arriba hacia abajo.

—Buenos días— le devuelve Flavio en inglés con un muy marcado acento portugués.

Harry levanta sus cejas indiferente y sin nada de sorpresa —Habla inglés— dice a Louis.

El omega sonríe emocionado —Así es, ¿no es genial?

Harry voltea sus ojos —Sí, como sea.

Louis invita a Flavio a tomar asiento junto a ellos y Harry no pierde ni por un momento cómo ese brasileño lame sus labios cada que a Louis sonreír.

Asqueroso.

No malinterpreten, Flavio es un hombre atractivo, con buen porte y rasgos faciales, una piel destacable entre las pálidas de Louis y Harry, al igual que sus labios más grandes que los de ambos, acompañado con un corte militar y arrugas en las esquinas de sus ojos cada que sonríe.