PRÓLOGO

4.3K 238 33
                                    


Copyright © 2020 Guillermo Bóssia

Como escritor debo estar abierto a todo tipo de trama y aquí está uno de mis más grandes retos. Esta novela está escrita con mucho cariño y respeto a las personas que sienten atracción por alguien de su mismo sexo, y que al igual que Nicolás (el protagonista de esta historia), buscan la felicidad y aceptación de los demás. También va dedicada a mis amistades de Wattpad que me pidieron un libro de este tipo de romance y que me inspiran a seguir escribiendo cada que se me ocurre una idea nueva. 

Espero que este libro les guste. 


***

«La barbacoa»

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

«La barbacoa».

Cuando mis abuelos por parte de papá llegaron desde España y compraron la mansión aquí en Portland, adquirieron algunas costumbres norteamericanas; las mismas que han perdurado con el paso de los años. Como por ejemplo: hacer una barbacoa cada 4 de julio. Es una tradición ya establecida por nuestra familia, la cual se reúne en este día para celebrar al maravilloso país que nos ha acogido de la mejor manera. Amo vivir aquí.

Desde muy pequeños, mi hermano y yo éramos vestidos con polos o camisas alusivas a esta festividad. Pero eso acabó cuando crecimos y acordamos confesarle a papá que ya no nos sentíamos cómodos usando esa ropa, porque prácticamente parecíamos unas banderas andantes y llamábamos la atención de los invitados. En ese caso, como decía mi hermano: «Si papá quiere que todos centren su atención en nosotros, mejor nos vestimos de la Estatua de la Libertad o del Tío Sam» y tenía razón, no había nada más llamativo, que nuestros trajes del Día de la Independencia.

Hoy es 4 de julio y me encuentro en mi habitación buscando el outfit que usaré en la barbacoa y que debe ser algo formal porque según papá, llegarán por primera vez los nuevos amigos de mi hermano, cosa que me sorprende porque el único amigo que Estefano tiene es Marco (el hijo de un amigo de papá), y debo confesar que ese tipo no me agrada en lo absoluto. No obstante, me entusiasma que hoy compartamos con más personas, ya que desde hace unos años, vemos los mismos rostros en la mesa y eso se me hace muy monótono.

Escucho el sonido del timbre y entro en pánico. ¡Ellos ya están aquí y yo ni siquiera me he cambiado! ¡Joder! Debí dejar todo preparado desde temprano.

Corro hasta mi clóset y cojo la primera camisa que encuentro. Al final armo el oufit con una camisa blanca, la cual uso con los primeros botones abiertos y un pantalón de vestir color negro. Sé que es algo sencillo, pero en vista de que empiezo a sentir el aroma de la carne que me anuncia que la comida está lista, no me queda otra opción que rociarme perfume y bajar a saludar. No quiero que papá suba y me llame la atención por mi tardanza.

Termino de remangarme las mangas de la camisa hasta la altura de los antebrazos mientras llego al jardín trasero donde se está llevando a cabo esta actividad. Observo que ya todos están ocupando su lugar en la mesa y no tardo en hacer lo propio, sentándome junto a mi hermano.

—Siento la demora —me disculpo con una sonrisa sincera.

—Oh, no pasa nada —asegura Estefano, extendiendo una mano hacia sus invitados para presentarlos—: Ellos son Bella y Christhoper. Unos amigos míos —indica y luego se vuelve hacia mí para señalarme—. Chicos, él es Nicolás, mi hermano menor.

Les ofrezco una sonrisa de boca cerrada mientras alterno la mirada entre ambos. Bella se me hace conocida y es que creo recordarla, pero no sé de dónde. Sin embargo, al hacer acopio de mi memoria, concluyo que es aquella pelirroja que invitó a bailar a mi hermano en una fiesta de cumpleaños a la que fuimos hace casi un mes. Cómo no recordar esa fiesta, si fue toda adrenalina, ya que habíamos ido a escondidas de mi padre y estábamos al pendiente de que él no llegase y nos descubra.

Asimismo, detengo mis ojos sobre el chico que se encuentra al lado de ella: Christhoper. El mismo que hace que mi lado bisexual despierte con tan solo notar sus definidos rasgos. 

«¡Joder, qué guapo!». 

Intento reprimirme las ganas que tengo de hacerle un análisis rápido por toda su cara. No quiero ser tan obvio y tampoco deseo incomodarlo. No obstante, aprecio minuciosamente los accesorios que tiene en el rostro. Son dos piercings. Uno a la altura de la ceja y otro en el orificio izquierdo de la nariz, lo que me hace creer que se ve muy sexi con ellos porque le da esa fachada de chico malo.

—Me gusta ese piercing que tienes en la nariz —manifiesto, tratando de ser amable con él y excusándome para que no malentienda mi mirada.

Él duda un segundo de lo que va a responder.

—Mmm... —expresa, aun buscando las palabras en su cabeza—. Gracias. Me gusta tus... tus ojos —añade con intención de devolverme el cumplido. El nerviosismo en su voz es notable—. Quiero decir... son de un color muy bonito. Son... peculiares. 

«¿Se ha puesto... nervioso?». 

No, quizá no está acostumbrado a que los chicos le hagan cumplidos y él tampoco suele hacerlos. Decido no seguir con la conversación porque... ¡Esperen! ¿Se ha sonrojado? ¡Sí! Se ha sonrojado. ¿O será que soy daltónico? No, estoy seguro de que no, sin embargo, el chico se ha tornado del color de un tomate y Estefano se lo queda viendo con extrañeza también.

—¡Las hamburguesas están listas! —anuncia Sigrid (nuestra ama de llaves), acercándose a la mesa con una bandeja llena de hamburguesas, carnes y salchichas.

—¡Uy, genial! —contesta Estefano, sobando sus manos en señal de impaciencia.

Aprovecho el corto revuelo que produce la llegada de la comida a la mesa para poder observar otra vez a Christhoper. El rubor de sus mejillas se está disipando y parece concentrado en los aperitivos que ahora se están repartiendo. No obstante, cuando decido volver a mirarlo, nuestros ojos coinciden en el mismo camino y él los quita de inmediato para luego iniciar una conversación con mi hermano.

No voy a negar que ahora el sonrojado soy yo.


_________




Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Solo de los dos, Christhoper © [Completa ✔️]Where stories live. Discover now