Elizabeth Sullivan: es una chica de 16 años la cual es menospreciada por su familia. Ella está destinada a vivir entré cuatro paredes por el resto de su vida pero su sueño es salir de allí a comodé lugar, todos los días pide un deseo para que en alg...
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Cuatro meses, ese es el lapso de tiempo que ha pasado desde la muerte de Nana su velorio fue algo doloroso para todos en la manada resulta que Nana era amada y querida por todos al final ella era una de nuestras brujas y la queríamos como si hubiera sido una loba más del clan, su partida fue terrible pero no hay nada que hayamos podido hacer al respecto, su tumba nunca deja de tener flores siempre que miro a la distancia se puede apreciar como su árbol astral está lleno de rosas Rojas las cuales eran sus favoritas.
(Árbol astral: Con esto se refiere a que en vez de una lápida se usa un árbol, la persona es enterrada y luego encima se planta un árbol con una placa que contenga el nombre del fallecido, se dice que este árbol guarda el espíritu de la persona).
Y Elizabeth, pues de ella no he vuelto a saber nada desde ese entonces, su olor, todo desapareció de mi radar y como nunca la marque se me hace imposible saber de su paradero, he estado maldiciendome cada día por no haberla hecho mía aquel día cuando tuve la oportunidad, Lyla por otro lado no se ha vuelto a ir de la manada ya que cree que yo podría hacer algo imprudente, dice que Nana ya no esta aquí para evitar que sea un idiota así que ella tendrá que hacerse cargo de mi por un tiempo. Aunque es claro que no haré nada imprudente no le tome la contra y la eche de la manada, la verdad es que Lyla ya es una mujer adulta ella puede hacer lo que se le plazca a mi la verdad no me importa en lo más mínimo.
- ¿Dave?- escuchó que llaman desde afuera de mi despacho.
- ¿Como han estado los papeleos?- Lyla abre la puerta y entra a la sala con una sonrisa la cual procede a borrar en el momento en que me ve.
- Estoy bien tranquila- Tome un trago de mi vaso de whisky. Se me olvidaba decir que desde que Elizabeth se fue este ha sido mi fiel compañero.
- ¿Otra vez bebiendo?, sabes que beber desde la madrugada hasta esta hora no te hace bien cuantas veces tengo que decirtelo- Me mira con el ceño fruncido.
- Lyla déjame en paz, soy inmortal puedo hacer lo que quiera recuerda que no soy humano, ok- Mi voz de fastidio parece hacerla enojar aún más.
- Bueno como quieras no me meteré más en tu vida cada que bebes tu actitud apesta a eso era a lo que me quería referir en realidad, pero como sea si no te importa mi opinión que te valga verga todo entonces. Solo vine a informarte que ya conseguí a alguien para que te cocine y haga los claseres de la casa, mañana volveré con Mario a mi manada.
- Oh *No me sorprende que ya se quiera ir* Genial entonces que te vaya bien- Hago que mi voz no le muestre ni la mínima importancia a su información, ella bufea mientras tuerce sus ojos.
