Una historia de lokos

Ya no sé que hacer

Supongo que ahora a sabréis que es estar Loka, pero por si acaso, ha llegado la hora de que lo explique: Loka es estar lo suficientemente loca como para ser capaz de dar tu vida solo por Loki (lo sé, vaya juego de palabras). ¿Entonces estoy loca? ¿Loca en plan problema psicológico? Sí, lo ha conseguido, y solo sé que la Brittany Vengadora ya no existe ni volverá a existir, porque Loki la ha matado, y yo le he ayudado.

Después de la pequeña aclaración, volvamos con el beso.

Me separé sorprendida y tratando de averiguar si aquello volvía a ser mentira, pero de nuevo fui una tonta. Es el dios de las mentiras. No hay nadie que sepa mentir tan bien como él, y por eso no pude saber si mentía o qué.

- Si algo he aprendido de ti es que no me puedo fiar de tus palabras, o al menos de la mayoría. ¿Cómo sé que eso es cierto, dios de las mentiras?

- Cierto, no puedes confiar en mí.

Odio que juegue conmigo, y me dio mucha rabia la sonrisa pícara que me dedicó después, como burlándose.

- Aunque si cambias de opinión, ya sabes dónde estoy – susurró en mi oído.

- No creo que lo haga – respondí con la misma mirada astuta y acercándome mucho a él para ver su reacción, aunque lo único que hizo fue mirarme a los ojos, sonriendo.

Me alejé de él y se fue de mi habitación. Aquello podría haber acabado en algo más que un concurso de miradas y caras maliciosas, pero simplemente ambos habíamos decidido que no. Sí, yo también.

Aquella noche, obviamente no dormí pensando. Las imágenes de lo que había pasado no paraban de llegar a mi mente. Creía que estaba jugando conmigo, estaba segura. Pensaba que había visto aquella situación divertida, y una forma de aprovecharse de mí y divertirse. Fue esa la razón por la que no le creí.