Mi Preciado Humano [YM]

Capítulo 11: Responsabilidades.

Mis ojos se abrieron con lentitud al escuchar sonidos en el departamento. Observé el reloj a mi costado dandome cuenta que eran las siete de la mañana, apenas habían pasado tres horas desde que nos acostamos a dormir y mis ojos pesaban por ello. También me di cuenta de que YoonGi ya no estaba durmiendo a mi lado. El día de ayer al haberse quedado hasta tan tarde lo invitamos a que se quedara y bueno, prácticamente no hay demasiadas camas en el departamento.

Me levanté de la cama con pesadez estirandome y yendo hacia la sala, encontrándome al pelinegro poniéndose los zapatos sentado en el sillón con un poco de prisa.

—¿Ocurrió algo, hyung? —Pregunto al verlo ahí, dió un respingo por la sorpresa volteando a verme con una sonrisa curva.

—Lo lamento, Minnie, tengo escuela.

—¡Oh, olvidé eso! Lamento que haya dormido tan poco, YoonGi hyung, de verdad, por favor discúlpeme. —Murmuro. ¡¿Cómo fui tan idiota como para olvidar eso?! ¡Debí decirle que se quede un fin de semana!

—No te preocupes, Jimin, de verdad, dormí un poco y ya cuando salga del colegio iré a descansar, ¿si? No te culpes. —Se levantó de el sofá caminando hasta mí, tomó mis mejillas y plantó un beso en mis labios. Luego fue en busca de su campera.

—¡Espere, hyung! Lo acompaño. —No pude tener mejor idea, simplemente fui por unos zapatos y un abrigo. También busqué algo en la cocina para que YoonGi comiera algo antes de ir a estudiar. Sabía que se le complicaba mucho concentrarse sin sus horas de sueño, no me imagino cómo sería sin comer nada.

—No es necesario, Jiminnie.

—Vamos, vamos que llegará tarde. —Sin dejarlo hablar, tomé las llaves y salimos del departamento. Afuera apenas y estaba amaneciendo y estaba todo un poco frío. —¿Sus cosas?

—Tengo algunas en el casillero, no hacemos mucho estos días. —Asentí caminando a un lado del mayor.

Mordí mi labio inferior cuando me percaté de algo. Por Dios, TaeHyung iba a matarme. No le avisé que saldría, ni sabían mi ubicación, y yo apenas estaba aprendiendo a manejarme en Seúl.