Mi Preciado Humano [YM]

Capítulo 16: Escape.

No tenía idea de cuánto tiempo habíamos pasado ya dentro de aquella celda solo nosotros dos, con la compañía de aquel Guardián y algunos alaridos o quejas de los Seres en las cárceles más lejanas. Me producía escalofríos.

Ya había dejado de llorar, para suerte de todos, y Tae y yo intercambiábamos breves conversaciones para pasar el tiempo. Pude darme cuenta que estaba anocheciendo sin necesidad de ver el cielo, comenzábamos a tener sueño sintiendo a la vez mi parte humana muy cerca de mí, siendo que estábamos a pocos escalones cerca de la Tierra.

—Señor Guardián... —quería hablarle a aquel sujeto, simplemente preguntarle un par de cosas, pero antes de siquiera terminar mi oración me envió una mirada mortal, que me hizo callar al instante.

—Cierra tu boca, ángel impuro, me asquea hablar con las personas que mantengo cautivas. —Le eché una mala cara debido a eso. Estábamos aburridos joder, ¿qué haríamos esperando al amanecer? Sospechaba que allí nos darían nuestra condena, ya era muy tarde, asique deberíamos esperar al día siguiente.

—Tranquilo, Minnie, —murmura Tae en un momento, —¿sabes? Estaba pensando y, ¿qué tan malo podría ser el infierno, no? Hobi se escapaba a la Tierra, podremos hacer lo mismo, yo finalmente voy a poder estar con él en un mismo lugar sin preocuparme de nada. —Él lo decía tan confiado, que me lo creí por unos segundos, hasta que el carcelero comenzó a reír a carcajadas.

—¿De verdad te estas creyendo todo eso, ángel tonto? —Mustia con burla. —¿No sabes que el infierno es el peor lugar al cual pueden ir? Eso es caer muy bajo.

—¿Qué tanto? —Pregunté. A decir verdad, nunca me habían enseñado o leído algo especifico del infierno que no sea lo esencial.

—¿Conoces las 7 cavernas por las cuales está dividido el inframundo? Deberías tener la suerte de quedar en la misma que aquel demonio al cual amas, lo cual no creo que los Arcángeles tengan la bondad de darte el privilegio de estar en el mismo lugar que él. —Comienza. —Segundo, depende de la cantidad de años que les den los Arcángeles de sentencia, serán los años de sufrimiento puro que tendrán que pasar todos los días de su vida, con constante vigilancia y agonía. Si sobreviven a eso, serían libres de poder salir de la caverna en la que se encuentren y poder recorren el infierno como se les plazca, y escaparse a donde quieran. —Termina su relato observando nuestros rostros. —¿Alguna pregunta?