Mi Preciado Humano [YM]

Capítulo 14: Solo.

Me encontraba tarareando una de mis nuevas canciones favoritas que había oído en mi estadía en la Tierra. Tristemente, me encontraba en mi hogar aseando un poco, pues finalmente habíamos vuelto al cielo y todo seguía bastante normal. Ahora que lo pensaba, el que no hubieran más canciones que las típicas que tocaban con las trompetas y campanas era triste.

Aún así lo único que me gustaba de estar allí es el hecho de que tenía mi esfera y podía seguir viendo a YoonGi. Era nostálgico y con aquellos pensamientos no me frustraba mientras me encontraba en casa.

Ahora mismo, mi lindo humano estaba escribiendo otra composición, era muy bueno en esas cosas y no lograba entender con exactitud el porqué no lo habían aceptado, ¿o es que nunca tuvo la oportunidad de acercarse a una agencia y mostrarles?

De igual forma se me ocurrió una pequeña idea.

—Bien, lo haré. Después de todo, el que lo acepten es una cosa totalmente diferente. —Me detuve unos segundos tomando la esfera en mis manos, le concedería un nuevo milagro, pero esta vez que tenga la oportunidad de ir a una audición en alguna empresa. Cosa distinta es si lo aceptan o no, pero le iría bien con el talento que tiene. Sólo un pequeño empujoncito para ayudar. —Goejig.

Observé con una pequeña sonrisa al pelinegro tomando su teléfono con desganas y tocando un par de cosas hasta que una expresión de pura sorpresa se formó en su rostro. ¿Algún anuncio? ¿Sería eso? Lo más probable era que sí.

Con rapidez se levantó y fue hacia un cuaderno probablemente repleto de letras de canciones, entonces supe que el milagro había funcionado y con mucha rapidez, como casi siempre que lo hacía. Lo observé con una sonrisa de felicidad total al verlo tan entusiasmado. Me preguntaba cuál empresa estaría buscando artistas para contratar.

Lo próximo que vi fue a él saliendo por la puerta de su casa porque en aquel momento alguien abrió la mía.

—¡Hey Minnie! ¿Qué tal todo? —Era Tae quien se dirigió directamente a una silla observándome con un aire alegre.

—Muy bien, en un rato iré a la Tierra. —Y entonces su sonrisa se desvaneció.

—Jimin, estoy muy ocupado, no podemos ir.