Mi Preciado Humano [YM]

Capítulo 17: Verdades.

Cuando finalmente mis pies tocaron el suelo de la tierra, nunca pude sentirme mejor, me sentía en casa nuevamente, a la que horas atrás creí que nunca podría volver. En el cielo oscuro se alzaba el sol en el horizonte, volviéndolo anaranjado y cada vez más claro. Esa sensación de estar en aquel lugar no podía compararse con ninguna otra, definitivamente quería permanecer allí.

-Debo ir con YoonGi. -Mustio una vez estábamos los tres allí, dispuesto en ir a buscarlo.

-Nosotros... -Tae fue interrumpido cuando lejos en las escaleras escuchamos a los guardias gritar, ya se habían enterado de nuestra ausencia,-ve, Jiminnie, nosotros debemos ir a cambiarnos de ropa, ¿no prefieres venir primero?

-No, debo ir urgente. -Niego, comenzando a correr hacia una dirección contraria, ya casi no me importaba el que estuviéramos separados, quizás así sea más complicado el localizarnos.

Sentía que algo no iba bien, que algo no estaba bien y por eso pretendía llegar en cuanto antes con mi humano. No sé cómo podía hacerlo sin mi esfera, ¿sería porque aún seguía siendo mío? Qué linda palabra, aunque sonara muy posesiva.

No lo sé, lo único en que pensaba era en pasar aquellas calles corriendo, sin mirar atrás, esperando que ningún guardia me esté siguiendo y esperando que la situación de YoonGi no sea tan terrible a como me lo estaba imaginando. Para mi buena suerte no había casi ninguna persona que pudiera juzgarme.

Llegué hasta la escuela de YoonGi, era de madrugada y no faltaba mucho tiempo para que el colegio abriera pero aún así, escuché unas voces no tan lejos que reconocí de inmediato. Me puse en marcha llegando cerca del callejón donde había visto a YoonGi una vez.

Y entonces reconocí sus voces.

-¿Creíste que te saldrías con la tuya? Eres un cobarde. -Reía. Ya sabía de quién se trataba, JungKook. Importándome poco cualquier otra cosa, ingresé al callejón de igual forma encontrando una escena que lastimó mi corazón.

YoonGi estaba en el suelo ya bastante golpeado, y lo peor es que aún no lo dejaban en paz, el pelirrojo estaba cruzado de brazos mientras que otros dos integrantes del grupo se encargaban de Min.