Capítulo 15: Atrapados.

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Ya estaba en las escaleras que nos comunicaban con los tres mundos distintos, para mi suerte no me perdí en el regreso

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Ya estaba en las escaleras que nos comunicaban con los tres mundos distintos, para mi suerte no me perdí en el regreso. Habíamos quedado en vernos nuevamente uno de estos días, creo que me estoy haciendo una mala costumbre porque por más que quisiera no podría escapar del cielo, ¿cuánto tiempo duro en la Tierra antes de convertirme completamente en un espíritu que ya nadie allí podría ver? Por lo menos hasta el momento no había ocurrido nada malo.

Terminé de pasar de forma disimulada por el Purgatorio sin que nadie pudiera verme y finalmente quedaba el último tramo de escalones para llegar al cielo, estaba bastante emocionado, quería contarle todo a Tae, seguro estaría orgulloso de que no tendría que acompañarme de forma necesaria en cuanto yo quisiera bajar.

Ingresé con cuidado y como si nada, me encaminé hacia mi casa, sabía que Tae podría encontrarse allí. Pero en el momento en el que abrí mi puerta dando un paso dentro, sentí cómo tomaban mis manos por detrás de mi espalda uniéndolas mientras sentía mis muñecas quemar a la vez. Luego me agarraron por los hombros y me dieron la vuelta para dejarme de rodillas, finalmente pudiendo ver qué ocurría.

—Park Jimin y Kim TaeHyung, serán sentenciados por bajar a la Tierra incumpliendo las reglas, —el Arcángel Miguel hablaba fuerte y claro, de un solo jalón aventó la peluca rubia que cubría mi rosado cabello, —serán llevados hacia el Purgatorio en lo que su sentencia es condenada, pero creo que ya es sabido su posible destino. Llévenselos. —Crucé miradas con mi mejor amigo mientras los guardias nos levantaban del suelo y nos llevaban al ya dicho lugar.

Finalmente así terminaba toda esta aventura, ¿cierto? Había sido tan bueno todo lo que había durado pero yendo en contra de las leyes nunca ganaríamos nada, y esta era la prueba de ello.

Bajamos las escaleras que tan bien conocíamos, solo que en esta ocasión nos detuvimos en el Purgatorio en lugar de seguir bajando hasta la Tierra. El hombre que varias veces habíamos visto nos esperaba sentado en su escritorio jugando con un llavero repleto de infinidades de llaves de distintos tamaños y colores barriendonos con la mirada.

—Pueden ponerlos en esa celda. —Señaló una no tan alejada de la entrada que estaba completamente vacía, nos empujaron dentro y cerraron la puerta de forma rápida sintiendo como mis muñecas dejaban de quemar y finalmente las esposas de fuego se habían ido. —¿Qué Gyuchigs rompieron? Para anotarlos en la lista.

Mi Preciado Humano [YM]Where stories live. Discover now