XIV

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El pánico le invadía desde aquel mensaje de texto de la persona a la cual le había agarrado un gran miedo con tan sólo verle, aún si fuera una pintura. Haneul pensó que no estaba segura en la casa de sus padres a las afueras de Seúl, por lo que decidió por irse a casa de Taehyung, una decisión tomada por él.

Haneul había bloqueado el número de Jimin pero parecía que este no se podía, pues, le seguían llegando mensajes día con día. La ansiedad que la chica sentía era realmente horrible al punto de ingerir pastillas para dormir, no podía hacerlo desde aquel día donde lo encontró en la tienda de Chanel y que ni siquiera logró comprar algo con éxito. Pero eso era lo de menos.

¿Él la encontraría en cualquier momento? ¿Se la llevaría? No se sabía con exactitud.

Taehyung arregló una habitación solo para ella, aunque él deseara tenerla más cerca, no podía hacerlo. Haneul necesitaba privacidad a pesar de escucharla llorar por las tardes, el chico hacía de todo para que ella se encontrara bien o al menos se distrajera. Haneul se lo agradecía porque estaba al pendiente de ella en todo momento. La noche había caído, Haneul había decidido no ingerir la pastilla pues se encontraba más tranquila y con demasiado sueño, por lo que, solo le deseo las buenas noches a Taehyung y volvió a acostarse.

La noche era bonita, el clima de Seúl era fresco y aún más por las noches, Haneul disfrutaba que día con día la ciudad se encontrara así. Deseaba estar fuera con una botella se soju en sus manos y de la compañía de Taehyung hablando sobre diversos temas. Pero el miedo era más grande. ¿Y si Park Jimin la veía? No, mejor se quedaba dentro de casa.

En casa de Taehyung todo se encontraba en silencio, cualquier mínimo ruido transmitido dentro se convertía en uno muy grande. El reloj marcaba las tres de la mañana cuando la ventana de la habitación de Haneul comenzaba a abrirse, y no, no se trataba de un fantasma. Eran el mismísimo Park Jimin entrando, nunca se cansaba y el sentimiento de furia que sentía hacia Haneul era muy grande pues se había escapado en sus propias narices, sin dejar atrás que le hacía ganar muchísimo dinero en una sola noche. La chica se removió pero a Jimin no le importó, es más, tuvo el descaro de tomar una pequeña silla que se encontraba dentro de la habitación y sentarse frente a ella. La observó detenidamente, sus rasgos eran preciosos y a Jimin por alguna razón que él no sabía, le fascinaban.

Haneul despertó al sentir una acaricia en su mejilla, estaba a nada de gritarle a Taehyung que la dejara dormir pero cuando observó a su peor pesadilla, se quedó helada. Cerró los ojos fuertemente pensando qué tal vez era un sueño pero no, Park Jimin se encontraba en su habitación en tiempo y forma real.

— Haneul, preciosa. ¿No te alegras de verme?— Sonrió malicioso, la respiración de la chica se hizo agitada en segundos y la ansiedad le voy a invadir causando que el aire se fuera.

— Ve... Vete — Tartamudeó, sus manos temblaban demasiado. Park soltó una carcajada sin importar si esta se escuchaba hasta la habitación de Taehyung. Se inclinó más hacía ella al punto de causar el roce de sus labios pero Haneul se levantó asustada y tomó lo primero que vio, unas tijeras de punta redonda.

— ¿En serio, cariño? Esas tijeras no te servirán de nada.

— ¡Déjame! ¿Porque te empeñas tanto en mí?— Sollozo, Jimin chasqueó la lengua y se mantuvo quieto con la mirada penetrante.

— Por alguna razón quiero tenerte conmigo — Respondió, después de algunos segundos en silencio y colocó sus manos dentro de los bolsillos de sus pantalón chándal.

Haneul dejó caer las tijeras mientras se tiraba al suelo, deseaba que todo fuera un sueño pero no, él estaba frente a ella. Jimin se acuclilló frente a ella con una gran sonrisa en su rostro. La chica lo observó por completo, no llevaba traje, ahora vestía con ropa deportiva y eso le hacía verse guapo, su cabello rubio parecía estar suave y tan precioso y el rostro de un hombre que parecía no hacerte daño ni con una flor. Por supuesto que no era así.

Harlotry | PJMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora