Harlotry | PJM

XXII

El coraje le había invadido por completo al señor Kang ¿a quien no? Mira que ver a tu hija la cual crees que se encuentra secuestrada por algún tipo de mafia reaparece como si nada pasara en televisión con un hombre mayor. ¿Que le dirían todas sus amistades? Movió cielo, mar y tierra para poder encontrarla lo cual no tuvo éxito hasta que ella apareció. Su familia la veía diferente, algo había cambiado en ella pero no estaban seguros de que podría ser.

El padre de Haneul se hizo presente frente al gran salón donde se había llevado acabo el evento, las personas empezaban a salir y por supuesto que los camarógrafos no tardaron nada en capturar sus rostros. Esperaba con ansias la salida de su hija con aquel hombre, su esposa le suplicaba que se fuera del lugar y la dejara hacer lo que ella quisiera. Después de todo, ya no la consideraban parte de la familia por ser una decepción total. Tal y como lo había pedido, Haneul junto a Park se hicieron presentes con una gran sonrisa en sus rostros para todos los que pedían fotografiar a la "esposa" del famoso empresario Park Jimin.

Los ojos se le llenaron de lagrimas cuando la vio de cerca, parecía que era toda una mujer ahora. Aquel vestido rojo pasión le hacía resaltar mucho su cuerpo, el hombre a su lado la tomaba de la cintura y sintió las ganas de arrebatársela para llevarla a casa. Pero la decepción era más grande y Haneul ya no era su hija.

La chica inconscientemente miró hacía el lugar donde se encontraba y lo reconoció, su padre estaba frente a ella. Su sonrisa se fue desvaneciendo poco a poco hasta mantener su semblante serio, en su mente solo rogaba el perdón de su padre por hacer tal cosa. Ella no tenía la culpa pero su familia y amistades no lo sabrían. Jimin la ayudó a adentrarse a la camioneta para emprender su camino a casa. La atención quedó en un anuncio que se encontraba justamente a un lado del semáforo, algo ansiosa esperaba que cambiara el anuncio de hamburguesas al que había visto.

Se trataba de Jungkook.

El rostro de Jungkook junto a la palabra "se busca" y un número telefónico. Trago saliva empezando a colocarse nerviosa por que Park le había mencionado que no debía preocuparse por él ya que se encontraba en casa sano y salvo. Ahora veía que no.

—¿En donde esta Jungkook?—Preguntó con voz temblorosa. Jimin volteó a verla con una sonrisa en grande.

—Ya te dije que está bien.

—No es cierto, es decir, el anuncio aún está en la avenida más transitada de Seúl—Le señaló hacía afuera aunque la camioneta ya estaba en marcha de nuevo.

—¿Podrías dejar de meterte en mis asuntos?—La tomó del cuello fuertemente pegando sus frentes, Haneul cerró los ojos cuando sintió sus labios en los suyos y por supuesto, lo disfrutaba después de todo.

—No solamente son los tuyos, también míos. Mientras se trate de mis amistades o familiares.

—Estas conmigo, olvídate de esas personas—Besó el cuello de la chica con detenimiento mientras tocaba su muslo.

La camioneta se detuvo de golpe causando que Park le gritara al conductor que era lo que había sucedido. Dos camionetas habían bloqueado el paso donde de ellas se bajaron algunos hombres armados, Jimin maldeció enseguida al mismo tiempo que sacaba algunas armas de la parte trasera de la camioneta.

—¡Agáchate y quédate así hasta que yo venga!—Le grito a Haneul, se encontraba demasiado asustada de lo que podría pasar en segundos. Ella obedeció a las palabras de Park quedándose en el suelo mientras cubría su cabeza con sus manos.

Escuchaba los disparos y gritos donde se maldecían unos a otros ¿quienes eran? ¿Y por que ocasionaban todo esto en medio de una avenida transitada? El corazón de Haneul se encontraba acelerado, temía de ella y Jimin en estos momentos. La puerta izquierda de la camioneta se abrió de golpe dejándose a revelar a Yoongi, la tomó como pudo llevándosela rápidamente de ese lugar con sus manos cubriéndose de cualquier impacto de bala. Aún seguían disparando como si se tratara de una película de acción, escuchaba los gritos furiosos de Park.

—¿Que haces aquí? No entiendo—Haneul frunció el ceño mirando a Yoongi maniobrar para salir de ese desastre.

—Park me contactó para sacarte de aquí, esto se pondrá un poco feo—La velocidad con la que conducía Min era demasiada al punto de que Haneul tuvo que sostenerse del asiento. Otra camioneta se hizo presente frente a ellos chocando la punta del auto de Yoongi, este rápidamente sacó un arma pero sería imposible con tantos hombres.

El objetivo era Haneul. La querían a ella.

—¡Suéltenme!

Observó a Yoongi buscando ayuda pero lo mantenían en el piso con dos armas apuntándolo en la cabeza, un movimiento en falso y le disparan. No tuvo más remedio que adentrarse a la camioneta ajena donde el hombre que se encontraba a un lado de ella era su mismo padre. ¿Su padre había armado todo esto?

—Haneul, hija. Que gusto verte—Sonrió en grande acariciando su cabello y su muslo de una pierna no apta siendo que era su padre.

—¿Que haces? ¡No me toques!—Lo empujó, el rostro de su padre el cual tanto ha amado se volvió serio e intimidante. Temía demasiado por ella cuando empezó a toquetearla por todos lados, primero Park y hombres asquerosos que no conocía...¿ahora su padre?

—¡Quédate quieta! ¡No entiendes todo lo que he hecho por ti! ¡¿Quien es ese hombre?!—La abofeteó, lo que más le dolió fueron sus anillos impactar contra ella. Toco su mejilla con la mano derecha donde presenció un poco de sangre.

Haneul empezó a sollozar fuerte cuando sintió su mano en partes que no debía. ¡Su padre el que tanto amaba le estaba haciendo esto! ¡Necesitaba a Jimin! Lo golpeo en sus partes saliendo de la camioneta que aún seguía sin marchar, los hombres de su padre no percataron de la chica y lo único que se le ocurrió fue correr lo más que pudo mientras se deshacía de sus tacones altos. Los disparos seguían escuchándose a lejos, trató de recordar el camino que tomó Yoongi para llegar a Park.

Una camioneta blindada se detuvo, Park empezó a gritarle que se adentrara a ella lo cual Haneul fue exactamente lo que hizo. Su respiración se encontraba entre cortada, los pies le dolían horrible y parte de su vestido se encontraba roto por forcejear. Jimin se veía bien aunque su no llevaba su saco solamente su camisa blanca o bueno, no tan blanca.

—¿Estas bien? ¿Te hicieron algo?—La miró de pies a cabeza verificando que se encontrara bien hasta que su mirada se detuvo en su mejilla donde adornaba un golpe y sangre seca.

—Mi padre me empezó a tocar y...¡Dios mío! ¡No puedo creer que él me haya hecho esto!—Sus lágrimas corrían por su rostro y ahora su maquillaje se encontraba algo corrido. Golpeó el asiento de enfrente con todas sus fuerzas de la furia acumulada.

—Él las pagará, Haneul. De eso me encargaré yo—La abrazo contra su pecho besando su cabeza. Haneul se sentía sucia ni siquiera quería que Park la tocara pero se sentía muy bien estar en sus brazos y oler su loción.

Y por primera vez Haneul se sentía diferente. Ya no había tristeza ahora había coraje dentro de ella.