𝑨𝒎𝒐𝒓 𝑵𝒐 𝑪𝒐𝒓𝒓𝒆𝒔𝒑𝒐𝒏𝒅𝒊𝒅𝒐| 𝑫𝒓𝒂𝒎𝒊𝒐𝒏𝒆

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(HERMOINE)

En el Gran Comedor al día siguiente estuve muy inquieta, quería saber si Malfoy ya había regresado del hospital, porque, si lo había hecho sería muy difícil recuperar mi varita.

Harry y Ron no paraban de hacerme preguntas de por qué me importaba tanto pero yo me limitaba a contestar lo mismo una y otra vez hasta que se cansaron de oírme. Cada vez que se abría la puerta del Gran Comedor giraba mi cabeza rápidamente, en una de esas me dolió el cuello de lo fuerte que me giré. 

Dean Thomas se sentó cerca nuestro, saludó a Harry y, mientras se llevaba su sándwich a la boca dijo:

- Un Slytherin estuvo cerca de nuestra mesa... ¿Se enteraron?- Yo lo miré fijamente exigiendo más detalles del rumor. 

- Sí, yo lo ví - comentó Ginny - me pareció extraño porque ¿Un Slytherin? ¿En esta mesa?- Se preguntó. Dean coincidió con ella al igual que Ron.

- ¿Y nadie vio lo que hacía?- Preguntó Harry. 

- No, parecía estar buscando algo...- Comentó Neville entrando en la conversación - pero no sé muy bien qué, o a quién- añadió ante mi mirada.

- De seguro buscaba a Harry - dijo Ron encogiéndose de hombros - no sería para nada una sorpresa- Harry arqueó las cejas y dijo:

- ¿Cómo que no sería una sorpresa? ¿Qué quieres decir?

- Por favor Harry, todo el mundo habla de tí, siempre, acéptalo ya eres famoso en este colegio...- Contestó Ron con indiferencia, se llevó el vaso de jugo de calabaza a la boca y bebió un sorvo, luego comentó: - No me mires así, sabes que tengo razón-. Harry resopló y puso los ojos en blanco.

- ¿Y si no? - Pregunté yo -¿Y si no estaba buscando a Harry?

- ¿Y qué más podría estar haciendo?- Me preguntó.

- Buscando algo... O haciendo algo- comenté.

- Sí, quizás fue eso- me apoyó Harry. -¿O saben qué? Quizá sólo estaba pasando...No hay que tomarse las cosas tan mal...- Ron soltó una risa y pronto empezaron a discutir, pero yo no los oía pues me concentraba en mi cabeza, comencé a buscar con la mirada cualquier indicio de que mi varita estuviera por ahí, pero, y muy obviamente, no estaba. No pude parar de pensar en eso y en todo lo que pudo estar haciendo ese Slytherin en nuestra mesa. Me llevé mi vaso de jugo a la boca pero el sabor estaba asqueroso, me lo tragué a la fuerza porque no lo quería escupir e hice una muesca de asco.

- ¿Qué pasa?- Me preguntó Ron.

- El jugo sabe muy mal... - Dije, él lo olió y me dijo que no le encontraba nada raro, dijo que quería probarlo pero yo se lo negué, que no importaba. 

.  .  .

Estábamos en clase de Historia de la Magia cuando me empecé a sentir mal, mi estómago estaba revuelto, no me podía concentrar en lo que decía el profesor, o nadie más. Me sostuve el regazo y me encorvé un poco, apoyé mi cabeza en el banco y cerré los ojos con fuerza, intentando alejar el dolor. Comencé a sentir náuseas y mi estómago comenzó a hacer unos ruidos extraños. 

Ni siquiera me molesté en pedir permiso y simplemente salí corriendo de la sala hasta el baño, me encorvé en un inodoro y vomité, era una especie de líquido anaranjado, y lo primero que se me vino a la mente fue ese asqueroso jugo de calabaza que había bebido. Estuve diez minutos así, hasta que pensé que lo mejor sería ir donde Madame Pomfrey, aproveché que ya no vomitaba y salí lo más rápido que pude hasta la enfermería.

Allí estaba Draco Malfoy, tendido en la camilla con el brazo en cabestrillo, estaba durmiendo, aunque más bien parecía estar fingiendo para cuando llegó Madame Pomfrey.