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(OMNISCIENTE)

Hermione intentaba dormir, "¿por qué Draco no fue a clases hoy?" "¿Por qué Harry y Ron me persiguen?" "¿Qué le pasó a Draco?" "¿Qué le hice a Pansy?" Esos pensamientos no le permitían dormir. Se sentía muy culpable por haberse enamorado del rubio de ojos grises "¿No podía gustarme uno de mis amigos, o alguien de mi misma casa a quién no le haría daño una relación conmigo?" "¿Por qué sus padres son así? ¿Por qué duele tanto si a mí no me ocurrió nada?"

- Cuando sientas amor, Hermione, sentirás mariposas en tu estómago- decía una calmada voz de su madre -... sentirás que, aunque esa persona te haga daño, no podrás no perdonarla... vas a querer estar con ella cada día, y sentirás culpa por lo que le pase, lamentablemente, así es el amor, uno sufre mucho... pero siempre, Mione, siempre ponte a tí antes que a los demás, no dejes que te consuma... por favor.- La pequeña Hermione miraba a su madre con sus ojos grandes, su madre rió.

- ¿Entonces por qué me enamoraría? No quiero sufrir, ¿el amor es sólo sufrir, mamá?- Preguntó inocentemente.

- No, no es sólo eso... el amor es hermoso, tienes sus defectos pero... es hermoso- dijo sonriente.

- Si no es perfecto entonces no lo quiero- dijo arrugando las cejas y cruzándose de brazos. Su madre rió, le acarició su peluda cabeza y dijo:

- Eres muy chica para saber estas cosas, perdón, ahora vamos a comer antes de que se nos quite el hambre.

Hermione no olvidó nunca esa conversación, aunque no quería aceptarlo, la necesitaría en algún momento. Una charla que su madre le dió, cuando ella tenía seis años y escuchó esa palabra, esa maldita palabra: amor. 

- ¿Por qué recuerdo eso ahora?- susurró. Puso su almohada en su cara y cerró los ojos con todas sus fuerzas, recordó el extraño sueño con esa serpiente... recordó el beso, el lago, la noche... si no volvía a tener a Draco, al menos tendría esos recuerdos. 

Escuchó un ruido que venía fuera de la habitación, y luego unas quejas de dolor, todas las demás dormían así que cuidadosamente fue hasta la puerta, la abrió y se asomó, la escalera se había transoformado en un tobogán, algún chico había querido entrar a la habitación de chicas.

- Malditos pervertidos- susurró. Sacó su varita y observó hacia abajo, conocía esas caras, conocía ese pelo, eran Harry y Ron. Bufó, estaba por cerrar la puerta pero Ron gritó: ¡Espera, Hermione!

Ella suspiró, la abrió, entrecerró las cejas y les susurró: - ¿Qué quieren?- 

- ¿Puedes bajar un segundo por favor? - preguntó. La chica rodó los ojos, acomodó su pijama y se dezlisó por el tobogán. Llegó frente a ellos y aún enojada y cruzada de brazos, preguntó: - ¿Qué quieren?- 

Ellos se quedaron en silencio un rato.

- Bueno... primero que nada perdón por todas esas cosas que te dije- comenzó el pelirrojo - ya sabes... en la biblioteca- dijo tímidamente. Hermione respondió:

- Mhm..- no se acordaba, pero lo que sea que le haya dicho fue la razón para enojarse con ellos, así que la tomó a su favor.

- Y además de eso... decirte que ¿Qué pasó entre tú y Draco? La última vez que los vi fue en el lago negro... y estaban..- Hermione se sonrojó e inmediatamente lo interrumpió:

- ¡N-No saben nada! Digo, ¿cómo saben que..? ¡Digo no pasó nada! ¿No vieron nada? Porque no pasó nada..- Ron se aguantó la risa.

- H-Hermione, los vimos pero no hemos dicho nada, y si prefieres que no lo sepamos... bien, está bien... entonces no sabemos nada..- Hermione suspiró.

𝑨𝒎𝒐𝒓 𝑵𝒐 𝑪𝒐𝒓𝒓𝒆𝒔𝒑𝒐𝒏𝒅𝒊𝒅𝒐| 𝑫𝒓𝒂𝒎𝒊𝒐𝒏𝒆Where stories live. Discover now