Cap 5- Memorias

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Disclaimer: Dachau pertenece a Jayne Stark

Capítulo V - Memorias

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Oscuridad.

No existe diferencia alguna entre abrir o cerrar sus ojos.

Todo lo que la rodea, absolutamente todo es oscuridad.

Frota su rostro suavemente en un intento desesperado por comprender su situación y, si tiene suerte, comprender su propia existencia.

¿Qué ha pasado? El roce del cuero de sus largas botas contra su piel le hace estremecer.

Su tobillo arde. Arde mucho.

-Te lo advertí- Aquella confusa frase, mordaz como ninguna otra, es su último recuerdo antes de despertar, sola y con náuseas, en una oscuridad tan atroz como la muerte.

En un infierno como Dachau, incluso el castigo más pequeño es extremadamente cruel.

Sin embargo, el castigo más temido es, de sobremanera, el más discreto de todos.

Porque el bunker no solo es peor que el dolor; el bunker es peor que la muerte.

Nada. Nadie.

La tenue luz que penetra bajo la puerta cerrada es su única compañía y es, probablemente, lo que ha mantenido su cordura intacta por tanto tiempo. Si es que la cordura ha existido alguna vez.

Al principio, al encontrarse sola en la oscuridad, la diosa intentó gritar. Gritó hasta lastimarse, lloró hasta secarse: pidió auxilio, explicaciones, compañía. Algo. Alguien.

-Chaeyoung- Repite constantemente con lo que le queda de voz.

Esa palabra desconocida logra, por unos instantes, despejar el horror que produce el aislamiento.

Desconoce su significado, pero no pierde tiempo pensando en él.

Porque en el bunker nadie recuerda, solo sueñan. Duermen, sueñan y enloquecen.

Dormir y despertar. Aquí no existen los días ni las horas, solo los despertares.

"Es la rutina"

Su garganta arde, tiene sed.

Busca en vano la cantimplora que aparece, fresca y rebosante, en su celda cada cierto tiempo.

Su estómago ruge, tiene hambre ¿Cuánto hace que probó su último alimento? ¿Días? ¿Semanas? No puede recordar.

En perpetua oscuridad, el ser humano tiende a perder su consciencia: su entorno, sus recuerdos e, incluso, su propio yo.

-Minari- Se recuerda en un débil susurro, acurrucándose en sí misma para protegerse del frío que se cierne en la penumbra –Mi nombre es Minari.

Recuerda. Recuerda la bella Múnich, la ciudad de sus días felices.

Recuerda a dos niñas (Porque eso son, niñas) en una calle iluminada por los últimos rayos del sol poniente.

Ríen y juegan, atrapadas en una conversación trivial que no logra comprender.

-Creí que Jinyoung vendría con nosotras- Reconoce su propia voz en la más pequeña de las niñas –¿Está tan ocupado como los demás?- Su amiga, quien mordisquea un trozo de pan, permanece un rato en silencio.

-Está algo preocupado- Responde con la boca llena.

-¿Preocupado?- Balbucea confundida -¿Momo hizo algo malo otra vez?

Dachau - [TWICE FIC] (AU) - MICHAENG - 𝙁𝙞𝙣𝙖𝙡𝙞𝙯𝙖𝙙𝙤Where stories live. Discover now