Cap 6- Rey

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Advertencias: Presencia de Lime.

Disclaimer: Dachau pertenece a Jayne Stark

Capítulo VI – Rey

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Los furiosos pliegues de su entrecejo aumentan conforme la incipiente presión sobre su pecho lo hace también. No le gusta. Nunca le ha gustado.

"Maldición"

Ajusta con cuidado el gastado vendaje que oculta el par de humildes montículos que sobresalen de su torso desnudo.

Es irónico, pues la voluptuosidad siempre ha estado lejos de su vida pero, por poco notorios que sean, sus pechos podrías significar su muerte.

Se mira en el gran espejo circular empotrado sobre la pared grisácea, solo para encontrarse con su propio semblante decadente.

Una mueca de disgusto cruza su rostro, reemplazando su habitual sonrisa mordaz mientras que una mirada ojerosa se encarga de sustituir la indiferencia en sus ojos marrones.

Se siente cansada y enferma, le cuesta trabajo mantenerse en pie.

Pero es inevitable.

¿Cómo no sentirse así cuando su juego favorito se está saliendo de control?

Chasquea la lengua con molestia.

"Es solo un juego…"

Se acerca a paso lento a su escritorio, tomando su camisa favorita, aquella con la peculiar mancha de sangre seca en su cuello torcido; entre las costuras puede notar un olor prohibido, uno que se impregna en su propia piel apenas viste la prenda.

Huelle a ella.

Dulce como un campo floral, esa suave fragancia rememora mañanas de antaño, donde las suaves manos de su amante recorrían cuidadosamente su cuello, atando con gesto sumiso el nudo de la indomable corbata negra que tantos problemas le suele causar.

-Te estaré esperando- El recuerdo de ese susurro inseguro, acompañado del contacto efímero de sus pequeños labios contra los suyos le hace sonreír.

"Era solo un juego" Se dice con aire desalentador, atando la corbata por sí misma.

"Lo hacía porque se lo ordenaba, nada más"

Nada más.

Echa una mirada distraída al reloj de bolsillo que robó hace poco de entre las pertenencias de un judío muerto. 6:56 am

Debe darse prisa.

-Necesito mis jodidas vacaciones- Mira al espejo por última vez, comprobando que es la imagen de un varón de gesto duro la que devuelve su mirada.

Es ella.

Debe convertirse en ese hombre si desea vivir.

¿Qué harían sus superiores si, por alguna razón, descubrieran que la persona a la que han cedido su precioso campo es una mujer? Dios, como desearía ver sus caras de incredulidad. No sospechan nada, no cuando cada detalle de aquel majestuoso uniforme reafirma la ilusión que desea crear: sus medallas justamente ganadas, sus guantes de piel, sus relucientes botas.

Todo.

Pero su orgullosa esvástica es, ante todo, el detalle principal.

Por lo que vive, por lo que se ha visto obligada a vivir.

-Es mi juego- Murmura al objeto como si este escuchase su voz –No el tuyo.

Abandona su habitación improvisada para dar inicio a su larga rutina diaria al otro lado de Dachau; según ha escuchado, a muchos de sus superiores les molesta que un catre ocupe la mitad de su oficina, pero no le importa en realidad.

Dachau - [TWICE FIC] (AU) - MICHAENG - 𝙁𝙞𝙣𝙖𝙡𝙞𝙯𝙖𝙙𝙤Where stories live. Discover now