Cap 11- Derrota

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Disclaimer: Dachau pertenece a Jayne Stark

Capítulo XI - Derrota

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-Sube al auto- Murmura con impaciencia mal disimulada mientras señala el hermoso Mercedes negro que ha conseguido hace poco; su conciencia, un fantasma decadente de lo que alguna vez fue, lo abofetea duramente, llenándolo de culpa e indignación.

"Era necesario" Se dice a sí mismo, recordando el patético rostro del hombre adinerado al que había arrebatado tal belleza; es cierto, aquella engreída mujerzuela de gran fortuna debía agradecerle por perdonarle la vida.

Cuenta cuidadosamente los segundos, cada uno de ellos le parece una eternidad.

Una peligrosa eternidad.

-¡Date prisa!- Grita exasperado, provocando un temeroso respingo a la inocente niña que lo acompaña en esos momentos –No tenemos todo el día.

La moderación en su tono de voz recibe merecidamente una discreta afirmación.

La rubia, que al lado de alguien tan alto y fuerte como él parece una muñeca de porcelana, camina casi automáticamente hasta alcanzar una de las puertas traseras de su ostentoso transporte.

-No- Le dice a la chica apenas se percata de lo que intenta hacer –El delantero.

La respuesta, nuevamente, se manifiesta en la forma de un silencioso gesto afirmativo, al ritmo del chasquido sordo que produce la puerta del copiloto al abrirse; una parte de él, la que escucha a su herido orgullo romperse, exhala aliviada al verla obedecer.

Ha terminado. Todo ha terminado.

Coloca sobre su corta cabellera la infame gorra que posee el emblema de calavera perteneciente a la Schutzstaffel, mirando por última vez aquella casa campestre iluminada por la luz de un sol de mediodía.

“¿Debería estar feliz? “

“Sí. Debería estarlo.”

-Húndete, perro.

Ningún rastro de felicidad se muestra en sus duras facciones durante el breve recorrido que lleva al asiento del conductor; se siente débil, tan débil que se permite a sí mismo caer pesadamente sobre su asiento antes de encender, con notoria dificultad, el complejo mecanismo de la máquina.

¿Cuánto tiempo hace que no duerme apropiadamente? ¿Días? ¿Semanas? ¿Meses?

"No pienses en ello" Se reprende con cierta dureza, recurriendo más de lo necesario a aquel errado pensamiento en el que solo los hombres verdaderamente fuertes pueden sobrevivir, a duras penas, en un lugar diseñado para destruir el alma.

Porque, por supuesto, el Búnker fue creado para destruir.

"No esta vez"

Acelera de inmediato, conteniendo la respiración conforme intenta, con todas sus fuerzas, recuperar la confianza perdida hace mucho, rezando internamente para que el ruido del motor no de señal de su presencia.

Huir.

Saborea cada sílaba con desprecio indescriptible bañado en derrota, tal como lo haría el cobarde que nunca ha tenido la desgracia de ser.

Sí, han escapado; subestimaron la infinita omnipotencia del tiempo y este arremetió rencorosamente en su contra como lo haría cualquier animal.

Finalmente vencieron, pero por alguna razón, en sus labios no queda más sabor que el de la derrota.

-Dime- Eleva su tono de voz para llamar la atención de la chica hecha ovillo en el asiento contiguo y, de ser posible, disipar sus propios pensamientos indeseables -¿Quieres volver a casa?

Dachau - [TWICE FIC] (AU) - MICHAENG - 𝙁𝙞𝙣𝙖𝙡𝙞𝙯𝙖𝙙𝙤Where stories live. Discover now