Cap 8- Juego

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Disclaimer: Dachau pertenece a Jayne Stark

Capítulo VIII – Juego

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Una extraña e inexplicable atracción la obliga a detener su presurosa marcha a través del dormitorio en penumbras; la escasa luz proveniente del pasillo le permite apreciar el ligero vaivén acompasado en la respiración de la diosa que duerme plácidamente sobre su cama.

"Es hermosa"

Se acuclilla a su lado para observarla más de cerca: su cuerpo desnudo cubierto por una delgada sábana blanca, el tierno rubor que recorre sus perfectas facciones de lado a lado y ese gesto que hace con sus labios cuando toma uno de los mechones rubios que han crecido mucho últimamente; lo único que sabe, es que adora verla dormir.

Sonríe, recordando la expresión de terror que portaba durante su primer encuentro: había planeado cada una de sus acciones con detalle, por supuesto, pero nunca esperó que los resultados fuesen tan buenos. ¡Que susto debió haberle dado aquella vez!

Si lo supiera, si tan solo lo supiera; con esa sonrisa juguetona tan característica de ella, presiona la punta de su nariz, obteniendo en respuesta algo similar al puchero de una niña.

Pasea sus dados por su rostro y, por cada centímetro que recorre, un nuevo pensamiento hace que su sonrisa se desvanezca cada vez más.

¿Cómo puede existir alguien que sea capaz de desear la muerte de un ser tan perfecto? ¿Cómo es que alguien, siquiera, pueda fantasear con dicha idea? Definitivamente no desea saberlo.

-Estás a salvo- Murmura con ternura al oído de su diosa durmiente –Todo fue un mal sueño.

La sola idea le incomoda. Un mal sueño, mal sueño.

¡Ojalá todo hubiese sido un mal sueño!

Pensar que la realización de una odisea de tales proporciones le ha tomado tan solo un par de movimientos la hace sentirse orgullosa de sí misma y de su ingenio. Fue brillante, arriesgado, pero brillante.

Pensar que encontraría a una miserable campesina (a la que nadie extrañaría si fuese a desaparecer) que igualaba algunos rasgos básicos de la abrumadora belleza de su diosa, una impostora perfecta que caería ante sus encantos como un pez ante una red.

Está orgullosa de su propia suerte.

"Pero una impostora nunca se igualaría a la realidad" Besa la suave piel de sus hombros desnudos, cuidando no despertar a la mujer "Nada podría igualarse a ella"

Pero, por su puesto, ella había ideado una solución.

Un somnífero, un par de disparos por aquí, unos cuantos cortes por allá... ¡Voilá! La transformación dio como resultado una doble perfecta, lista para ser ejecutada públicamente por los delitos de Mina Myoui.

Los peones danzaron al ritmo de sus intenciones de principio a fin con la suerte de un novato; brillante, un juego sumamente brillante.

Por si fuera poco, mientras todos, hombres y prisioneros, mordían inocentemente el anzuelo, ella se tomaba todo el tiempo que fuese necesario para lavar, hasta el límite de lo inimaginable, la mente de la diosa real.

-Todo fue un sueño- Susurraba a su oído constantemente -Solo un mal sueño.

Incluso se tomó la molestia de crear una Minari que explicase la herida en su tobillo, Minari que, sorprendentemente, la pequeña rubia tragó de principio a fin; brillante, tan brillante que le cuesta trabajo creerlo.

¿Cómo se puede ser tan ingenua en una época como esta? ¿Cómo se puede ser tan ingenua con la miseria de la Gran Guerra tocando a tu puerta día a día?

Dachau - [TWICE FIC] (AU) - MICHAENG - 𝙁𝙞𝙣𝙖𝙡𝙞𝙯𝙖𝙙𝙤Where stories live. Discover now