Esposo mío, podemos hablar?-

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Zhiyin abrió los ojos lentamente. Se sentía como si hubiera estado durmiendo durante meses y no le parecía suficiente. Estaba todavía agotado y en una nebulosa que no lo dejaba pensar claramente. Con mucho esfuerzo se fue incorporando en la cama chasqueando la lengua. Entonces se dio cuenta que no estaba solo. A un lado, sentado en una esquina estaba su esposo que ya cerraba el libro de sus manos y caminaba hacia él para sentarse en el borde de la cama.

-¿Cómo te sientes?- su voz estaba ligeramente preocupada al igual que la expresión de su rostro- Estaba preguntándome sino despertarías, llevas dormido durante 4 días- el líder pasó la mano por el cabello se Zhiyin para ahuecar su mejilla- Tienes un mejor color- le sonrió.

La nebulosa se Zhiyin se esfumó por completo siendo reemplazado por un sentimiento intenso. Agarró la almohada que estaba detrás de él y se la lanzó a su esposo que la esquivó con gran facilidad a pesar de ser sorprendido con el reciente ataque.

-¿Qué demonios? Fengxiao. Por qué no me dijiste que sabías todo- estaba cansado a morir cuando había perdido el conocimiento pero recordaba cada una de las últimas palabras que habían intercambiado y eso lo había dado un golpe de energía- Sabes todo el sufrimiento que me pude haber ahorrado- le gritó sin percatarse que había lágrimas en sus ojos- Todos esos días, pensar que mi renacuajo no iba a tener padre, que tendría que tenerlo solo, que sufrirías por la traición, no tienes idea de cómo me sentí. Tú...tú...- sollozó- Te extrañé tanto- se derrumbó completamente.

Fengxiao lo atrajo hacia su pecho y sobó su espalda dejando que se desahogara.

-Hasta hace poco actuabas como si no te preocupara todo ese hecho y menos que yo sabía que tú eras Fujie, por eso no lo mencioné, esperaba que estuvieras preparado para decírmelo tú mismo, pero de repente cambiaste y no sabía que hacer- Fengxiao besó al coronilla de su cabeza.

Zhiyin se abrazó a él con fuerza y se derritió dentro de los brazos de su esposo. Ah, como había anhelado todo aquello, sin mentiras, sin obstáculos entre ellos.

-Creo que como esposos, tenemos un serio problema de comunicación- declaró Zhiyin poco después enderezándose un poco renuente de salir del abrazo del mayor pero su espalda lo estaba matando por la posición.

-Por eso, creo que es mejor que hablemos de una vez por todas- Fengxiao estaba serio- pero primero necesitas comer algo- siempre preocupándose por su salud.

Zhiyin le agarró la manga de la túnica cuando este se levantó y lo miró con ansiedad. Fengxiao se inclinó y le dejó un casto beso en los labios.

-Tranquilo, no me voy lejos, solo iré a buscarte comida y vuelvo contigo. No te dejaré-

A pesar de eso Zhiyin lo soltó con protesta y vio cómo su esposo salía. Se dejó caer hacia atrás acariciando su panza. Había estado 4 días rendido. Realmente debía estar cansado para eso pues era un record. Y con todo y eso se sentía limpio en todas las partes de su cuerpo y la túnica que llevaba puesta era blanca inmaculada y suave al tacto. Su esposo debía de haber estado cuidándolo durante todo ese tiempo. Se sonrojo sonriendo, para después suspirar.

-Esto será así de fácil- se dijo para sí mismo- Mi esposo me acepta así sin más, sin una discusión de por medio, sin un cuestionamiento. Esto parece una novela rosa- bufó- Es tan irreal- frunció los labios.

Si, era irreal que todo se solucionara tan rápido que no le daba tiempo a procesarlo. Tal vez la vida solo le daba otra oportunidad para después ponérsela más difícil. Pues que fuera así. Le patearía el culo cuantas veces fuera necesario. Cerró los ojos y se lo prometió a sí mismo. Debía fortalecerse todo lo que pudiera, no volvería a sufrir de aquella manera. Se autodestruía el mismo pensando demasiado, para que después la solución lloviera ante sus pies con demasiada facilidad. Eso era algo estúpido.

Enamorado de un idiota (Mpreg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora