Hermano, no me rendiré

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Fengxiao se pasó la mano por el rostro y suspiró profundamente.

-Yanhuan- dijo suave- Ahora mismo tengo tremendas ganas de patearte. Tienes idea del susto que me has dado-

El gemelo dejó de llorar de golpe y lo miró pestañeando. Fengxiao se llenó de paciencia, calmándose después de saber que la situación no era tan trágica como se la habían puesto.

-Ven, párate. El mundo no se ha terminado- le ayudó a levantarse y lo llevó hacia la mesa del estudio y lo sentó. Llenó una taza de té y se lo dio- Y bien ¿qué fue lo que ocurrió?- agarró una manta y se la puso por encima al menor para que ganara algo de calor.

Ante la pregunta y volviendo a recordar todo lo ocurrido el pánico lo invadió nuevamente. Sus manos temblaban apretando la taza entre ellas.

-Yo…vi a mi hermano con alguien y no sé qué fue lo que pasó, pero después huí y él me encontró y yo lo besé y luego y luego…no sé qué hacer- habló tan rápido que sus palabras apenas se definían.

Fengxiao, sentado delante de él, recargaba su rostro contra su mano con una ceja alzada.

-Y me vas a decir que besaste a tu hermano solo por un impulso o porque realmente te gusta- dijo tranquilo, como si aquella conversación fuera lo más normal del mundo.

Eso hizo que los ojos de Yanhuan se abrieran. La taza casi cae al suelo sino fuera porque estaba sobre la mesa.

-No hace falta que me respondas. No eres de los que habla mucho de sus sentimientos, pero hay que ser ciego para no darse cuenta que sientes algo por Yanfeng- levantó la mano cuando el menor iba a protestar- Y no está mal ¿Acaso alguien impide que estén juntos?

-Pero nosotros somos hermanos, somos gemelos- Yanhuan estaba alterado y a la vez confundido.

Fengxiao resopló y tomó de su propia taza un sorbo de té para aclararse la garganta.

-Puede ser precisamente porque son hermanos y porque han estado la mayoría del tiempo solos que el sentimiento se hizo más fuerte. No te guíes por lo que digan los demás. En estos tiempos matrimonios entre hermanos, primos, familiares en general, que ni siquiera se quieren ni siquiera son juzgados, por qué lo harían con dos personas que realmente desean estar juntas-

-Pero qué pensará Yanfeng ahora. Yo siempre fui su hermano mayor, aquel que lo protegía, pero ahora solo deseo …deseo-

-¿Hacerlo tuyo?- Fengxiao presionó. Decir las cosas de frente muchas veces era mejor que darle muchas vueltas y con Yanhuan era mejor ir al directo.

El gemelo a pesar de todo y con un marcado sonrojo asintió. Deseaba tener a Yanfeng debajo de su cuerpo, mientras él se lo comía a besos o lo hacía llegar el éxtasis con cada uno de los movimientos de su cadera. Nunca pensó que esos pensamientos que hacía un tiempo comisaban a tomar forma, por lo que los había guardado muy dentro de él, como una fantasía que de seguro moriría con el paso de los tiempos.

Nunca se imaginó que la bestia dentro de él despertaría y atacara a la fuente de esas fantasías.

-Pero mi hermano no piensa igual. De seguro me odiará- su voz era grave.

-¿Estás seguro? Fengxiao inclinó la cabeza -¿Estás seguro de tus palabras?-

Yanhuan lo miró desconcertado.

-Claro, él…- y se quedó callado.

-¿Yanfeng te rechazó cuando lo besaste? ¿Te reclamó porque lo hayas hecho? ¿Te ha dejado de lado?- continuó Fengxiao.

Entonces fue que las cosas hicieron clic dentro de la cabeza del gemelo. ¿Rechazo? Todo lo contrario, Yanfeng se había derretido casi entre sus dedos, dejando que él hiciera con él lo que quisiera. No lo había alejado, todo lo contrario, lo buscaba, le pedía que se mantuviera junto con él.

Enamorado de un idiota (Mpreg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora