Clavel - Corazón que suspira

Libro 3 - Shifu, ¿qué tal si te casas? (4)

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Dong Haoyang miró al niño, vertiendo un cubo de agua en el cuerpo y se apresuró a pedir el pastel de rosas en la mano. Un par de ojos de lobo miraban fijamente el trozo, y parecía que iban a venir en cualquier momento.

La flor de durazno levantada de Dong Haoyang parpadeó, y él dijo perezosamente: ―¿Sabes lo que significa lavar tu hedor? 

Antes de que las palabras cayeran, Dong Haoyang se dirigió al niño a una velocidad invisible a simple vista, y lo pateó dentro del tanque de agua no muy lejos. Dong Haoyang dobló lentamente y con elegancia sus piernas, y caminando lentamente hacia el tanque de agua, pateó el palo de madera al lado de los dedos de los pies y lo atrapó con un movimiento elegante, usando el extremo del palo de madera para luchar. El cachorro gateó.

―¿Cuándo estará limpio y cuándo volverá a salir? ―La voz de Dong Haoyang era elegante y rítmica, sonaba extremadamente agradable, pero revelaba un toque de frialdad.

El niño miró a Dong Haoyang con los dientes deslumbrantes y agarró a Dong Haoyang. Las afiladas uñas que parecían extraordinariamente largas porque no había disminuido por mucho tiempo cruzaron la mejilla de Dong Haoyang.

La sonrisa en la cara de Dong Haoyang era aún peor, y el palo de madera en su mano se vio obligado nuevamente, y la cara del cachorro de garra que bailaba con los dientes estaba directamente metida en el agua. El cachorro estaba luchando desesperadamente, y salpicaron olas de agua, pero no tocaron el abrigo de Dong Haoyang en absoluto.

No fue hasta que ese pequeño cachorro se debilitó y casi no pudo moverse, que Dong Haoyang levantó la mano.

El cachorro apuñaló su cabeza violentamente, jadeando fuertemente, jadeando violentamente su pecho, respirando rápidamente, y todo el hombre estaba avergonzado. Al cachorro le tomó mucho tiempo calmarse lentamente. En este momento, miró a los ojos de Dong Haoyang con vigilancia y ferocidad, pero estaba lleno de profundo miedo.

Dong Haoyang arrojó el palo en sus manos satisfechas y acarició suavemente el polvo en sus manos. Luego miró fijamente los ojos oscuros del cachorro y dijo suavemente: ―Lávala. ―Las palabras fueron muy ligeras, pero hicieron que el cachorro se pusiera rígido por un momento, luego se movieron lentamente, limpiando su cuerpo poco a poco.

No fue hasta que ese pequeño cachorro estaba mirando el enrojecimiento de Dong Haoyang que rozó su cuerpo centímetro a centímetro, y Dong Haoyang levantó una ceja. ―Quédate dentro y no te muevas.

El pequeño cachorro vio a Dong Haoyang levantarse y marcharse, sus ojos oscuros parpadearon de inmediato, sus manos volaron hacia el borde del tanque de agua, e intentó salir del tanque de agua con fuerza. Él solo dudó después de usar un poco de fuerza, luego soltó su mano y sumergió su cuerpo en el tanque de agua.

Después de que Dong Haoyang regresó, arrojó un paño sobre la cara de Xiao Zizi, ―Sal, límpialo.

Xiao Zizi obedeció, y rápidamente salió del tanque de agua, limpiando la tela con un desastre, y luego se detuvo allí. Mirando el cuerpo que todavía tiene marcas de agua, Dong Haoyang inclinó la cabeza y sonrió levemente. Al escuchar esta risa, el pequeño cachorro se escondió inmediatamente hacia atrás vigilante, luego rápidamente movió la tela y se frotó cuidadosamente el cuerpo. Mientras limpiaba con fuerza, Xiao Zizi miró a Dong Haoyang con vigilancia.

No fue hasta que la sonrisa de Dong Haoyang hizo que Xiao Zizi desapareciera un poco de alerta, pero el movimiento de Xiao Zizi se desaceleró tentativamente. Después de una observación cercana, descubrió que Dong Haoyang no reveló la sonrisa incómoda nuevamente. Se detuvo, pero sus ojos oscuros seguían mirando a Dong Haoyang.