Capítulo 10: Cliché

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Dahyun P.O.V (Punto De Vista)

"Vamos a cenar, ¡que me muero de hambre!" Jihyo se quejó mientras que salíamos del lugar.

"¡Lo que unnie dijo!" Chaeyoung dijo, apoyándose en mí mientras que entrábamos en la pequeña camioneta que Seokjin había rentado para traer a las chicas.

"Vamos al restaurante de mis padres, recientemente contrataron a alguien nuevo." Jihyo solicitó.

"¿Qué tan conocido es?" Seokjin nos apuntó a Jihyo y a mí, mientras que encendía el motor del vehículo.

"Es genial, ¡todas las personas de mediana edad de clase alta van a ese restaurante!" Jeongyeon rió, ganándose una mirada de la más joven.

"P-Puede que le haya prometido a mi novia tener una cita esta noche." Seokjin dudosamente dijo mientras manejaba.

"Ohhh, ¡dile que venga! Me prometiste que la conocería." Me quejé mientras que las chicas intentaban convencerlo.

"Bien, pero por favor no la hagan sentir incómoda." Él suplico mientras que estacionaba la camioneta fuera del restaurante.

[...]

Después de casi una hora de pelea por donde nos sentaríamos y qué comeríamos, nuestra tan esperada invitada llegó. La gran puerta del restaurante se abrió y se cerró con un pequeño golpe revelando a una chica palida, bastante alta. Su largo pelo negro elegantemente acariciaba su rostro mientras que su flequillo de bonito estilo hacía que sus grandes ojos redondos y marrones se destacaran. Su cuerpo se movió suavemente hacia nuestra mesa mientras jugaba ansiosamente con la tela de su corto vestido blanco que abrazaba perfectamente su pequeña cintura.

La palida chica sonrió, su sonrisa lucía realmente familiar, pero lo ignoré sin quitar mis ojos de ella.

No me di cuenta de que ella ya había tomado asiento al lado de Seokjin hasta que Sana se quejó sacándome de mis pensamientos. "Momo-chan, ¿estás saliendo con Jin-ssi?" Sana le dió un codazo suave a Mina quien se veía también estar mirando a la chica.

"Luces mucho más diferente de cómo lucías en la escuela." Mina dijo en japonés y las tres extranjeras rieron con los gruñidos de todos en frustración.

"Momo, está es-" Mi hermano comenzó a hablar.

"Dahyun, lo sé." Ella lo interrumpió, haciendo contacto visual conmigo.

"Yo, Momo, Mina, Sana y Dubu estamos en la misma clase de música." Chaeyoung le explicó a mi hermano quien se veía algo perdido.

Me mantuve haciendo contacto visual con la chica de pelo negro que estaba sentada al frente de mí. Me revolví el cerebro tratando de reconocer el inusual pero familiar aroma a durazno que venía de ella.

Y entonces me golpeó, solo una persona en el mundo podría estar tan obsesionada con los duraznos.

Abrí mis ojos "¿Chica durazno?" Le llamé y todas explotaron en risas. "Hirai, ¿cierto? ¿Hirai Momo?" Pregunté y ella asintió.

"¡Es un milagro que me recuerdes!" Ella rió, el sonido de su risa hizo que mis latidos del corazón se aceleraran. "Era bastante callada en la escuela y también algo nerd." Rió nerviosamente sosteniendo la mano de mi hermano.

Todo se veía tan familiar sobre Momo pero por alguna razón no podía recordar porque.

"¿Están listos?" La camarera preguntó interrumpiendonos y todas dijeron sus ordenes "¡Genial! Mi nombre es Seulgi, no duden en llamarme si necesitan algo." La camarera añadió educadamente, alejándose hacia la cocina.

"Entonces Momo, ¿hace cuanto estás saliendo con Seokjin-ssi?" Nayeon preguntó mientras meneaba sus cejas a la joven y ganándose un ligero golpe en la nuca por parte de Jeongyeon.

"Eso no es muy educado de tu parte." La chica dijo.

"Respeta a tus mayores, Jeongie." Nayeon gruñó, empujando juguetonamente a Jeongyeon. La alta chica se sonrojó por el sobrenombre y atacó de vuelta comenzando una pelea más grande en nuestra mesa.

Después de un rato todas estaban discutiendo juguetonamente con otras. Yo solo me senté ahí y observé mientras que Nayeon y Jeongyeon discutían sobre quien era más linda, Sana y Mina discutiendo sobre quién podía imitar mejor a Sailor Moon y mientras que Chaeyoung con Tzuyu se metían en una profunda conversación sobre gatos y perros. Me reí mirando a Seokjin y Jihyo quienes habían comenzado una competición tratando de probar quien podía alcanzar la nota más alta.

Me dejé llevar mientras que observaba a la gente que amo divirtiéndose y casi saltando de mi asiento cuando un par de calidas manos acariciaron las mías.

Miré a través de la mesa donde la chica de pelo negro estaba sentada, ella sonrió dulcemente hacia mí. "Son demasiado ruidosas." Ella susurró. "¿Quieres salir un rato?" Agregó y yo asentí, lentamente levantándome y caminando con ella hacia la puerta.

Miré hacia atrás observando la cara de mi hermano antes de salir, su novia se acercó a mí mientras el aire frío golpeaba sus hombros descubiertos.

"Ten, ponte esto." Dije dudosa, entregándole mi chaqueta.

"¡Eso es muy cliché!" ella rió mientras se movía para ponérsela.

"Ah, ¿sí?" Dije, arrebatándole la chaqueta de sus manos. Momo chilló, intentando atacarme, pero se quejó cuando me moví hacia atrás de ella, tocando su descubierta espalda con mis manos frías.

"Yah, ¡eres muy mala!" Ella se quejó mientras trataba de empujarme.

"Para de intentarlo, soy mucho más fuerte." Me reí moviéndome al frente de ella de nuevo.

En ese momento me detuve, intentando recordar porque Momo se quedó en mi memoria por tanto tiempo, disfrutando su rara y tierna risa. Podía claramente entender porque mi hermano estaba enamorado de esta chica.

La miré y ella sacó la lengua, tirándome al suelo. "¿Qué fue lo que dijiste?" Momo rió estando sobre mí, sonriendo.

"Dije que soy más fuerte." Repetí más fuerte arrastrándola hacia el suelo conmigo. Ella cayó arriba mío, mi cabeza ligeramente se golpeó con la de ella.

Nos congelamos, mirándonos a los ojos por un momento. "Ves, ¡te lo dije!" Momo habló. "¡Eres la definición de ser cliché!" ella rió y yo giré mis ojos, mi corazón casi se salía de mi pecho.

"No entiendo cómo eras tan callada en la escuela." Comencé a hablar, levantándome del suelo. "¡Eres muy caotica!" Me crucé de brazos.

"Usualmente me vuelvo tonta alrededor de la gente con la que me siento cómoda. Alrededor de gente que me hace feliz." Ella murmuró y comenzamos a volver al restaurante.

Me sonrojé extremadamente, pero decidí fingir que no escuché lo que dijo mirando hacia adelante.

En el camino de vuelta ella me contó todo sobre ella. Me contó unas cuantas cosas de su infancia en Japón, cómo se conoció con mi hermano y lo que se siente estudiar antropología. Pero lo más importante, profundizó sobre qué sabor de helado ella prefería y si le gustaba el jokbal caliente o a una temperatura regular.

Y yo la escuché atentamente, riéndome por la rara forma en la que ella pronunciaba mi nombre o por sus raros pequeños hábitos.

Pero esas fueron las cosas que hacían a Momo interesante y me gustaba.

SHY | DAHMO | TRADUCCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora