-Fui a una cita con un chico, un chico interesante y misterioso.
Estábamos sentados hablando mientras el humo salía de su boca, yo solo veía como el viento se llevaba dicho humo.
Veía sus ojos, él quería hacer algo pero temía hacerlo. Me miraba los ojos y levemente los labios. De un impulso me cogió del cuello suavemente y juntó sus labios con los míos, con sabor a cigarro... un beso lento y muy de niños, sus labios temblaban pero él disimulaba. Se alejó tan solo un poco y vio que mis labios sin moverse ya pedían a gritos otro beso, me miraba a los ojos mientras su mano estaba en mi cuello.
Volvió a besarme.
Sin conocernos, volvió a besarme.
