-Creo que contigo empecé mal, creo que cuando vayas a mitad sabrás que esto terminará de una manera. No te amé de la misma manera, no te necesitaba como tú a mi pero aún así aprendí y sufrí lo cual me hizo crecer y dejar de ser tan risueña. Contigo fue cuando empecé a darme cuenta que no estaría mucho tiempo pero aún así era un sentimiento sin desarrollar, algo que hasta ahora no logro entender. Eres buena persona, me encanta la manera en la que piensas y la mejor virtud que tienes es tu inteligencia; aunque en ocasiones el pensar tanto te hace malas jugadas. Cuando terminamos entendí perfectamente que no me amabas a mi, amabas mi inocencia, mi ganas de vivir la vida sanamente y de una manera similar a la que te habías criado cosa que en el mundo en el que te rodeabas no había pero aún así fuiste la manzana que no se dañó entre todas y eso es lo que me gustó de ti. Puede que no fuera mutuo todo pero aún así quedó saldada nuestra deuda entre que te hice sufrir y entre que me hiciste sufrir a mi.
Te quiero, cariño... pero no de la misma manera.
