Capítulo IX

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Jungkook


El día que le dije a Haneul que había alguien más, simplemente no pude decirle que era ella y que siempre lo había sido.

No soy consciente de cuándo específicamente fue que me enamoré, pero la primera vez que me di cuenta que la amaba no sólo como una amiga, fue el día que se graduó de la secundaria.

No fuimos compañeros en el colegio, así que el día de su fiesta de graduación, fui a su casa para verla y felicitarla.

Ver ahí a su primero novio esperándola, hizo que me hirviera la sangre y, peor aún, en palabras no puedo expresar lo que sentí al verla salir de su habitación con un vestido largo color verde petróleo.

Sentía cosquillas en mi estómago y la sonrisa salió involuntariamente.
En un momento me asusté porque, ¿cómo podía sentir eso por mi mejor amiga?

Quise decirle lo hermosa que estaba, lo radiante y perfecta que se veía así, pero que en realidad con cualquier cosa se veía hermosa, pero su novio se adelantó y le dio un beso que ella pronto cortó por vergüenza.

La impotencia de no poder ser yo el que estuviera a su lado, me sobrepasaba.

Con el tiempo, me obligué a olvidar ese sentimiento, y di por hecho que había sido una simple confusión del momento por haberla visto tan hermosa aquella noche. Sin embargo, siempre sentí que esa sensación había permanecido reprimida hasta que el año pasado se intensificó y después de ahí, no se fue.

El día que cumplíamos quince años siendo amigos, ella me invitó a un bar para festejar y yo acepté gustoso.

Toma —me entregó una caja—, es un regalo por el aniversario. Sé que no es la gran cosa.

Sus mejillas se pusieron rojas y sonreí. Emocionado, abrí la caja y dentro de ella había un papel.

"Cupón válido por un año de Inglés gratis".

Mi felicidad claramente se reflejó en mi expresión, porque ella sonreía y aplaudía muy contenta también.

Es increíble este regalo, Han. Tú eres increíble me levanté de la mesa del bar, y la abracé fuerte.

Quizás para el resto del mundo sea un regalo mediocre y común, pero para mí por lejos no lo era.
Hacía tiempo que quería empezar a estudiar Inglés, pero por el dinero y el tiempo, no había podido hacerlo.

Para mí, ese regalo reflejaba que yo era importante para ella, que se preocupaba y me tenía en cuenta.

Ahí entendí que es cierto lo que dicen de que el amor se encuentra en los pequeños detalles.

Te amo, Han —salió de mis labios en un impulso.

Y sus ojos, que siempre me decían todo lo que ella trataba de callar, ese día me mostraron que también me amaba.

Yo también Kookie.

En ese momento, esas palabras me indicaron que lo que ambos teníamos era mucho más que una simple amistad.

La conexión que tengo con Haneul siempre fue muy fuerte y jamás la he sentido con nadie, ni siquiera con Mina.

Y cuando Mina me dijo en la fiesta que Haneul estaba enamorada de mí, ahí pude confirmar lo que sospechaba.

Pero eso fue lo que me hizo entrar en pánico, y darme cuenta que no podía permitirme sentir lo que sentía.

¿Por qué no puedo permitirme amarla más que como a una amiga?
Primero, porque Haneul era lo único más importante en mi vida, mi única amiga, el único ser humano en la tierra que me escuchaba y me hacía olvidar todo lo malo. Con la única que me sentía cómodo siendo yo mismo.

Les explico, en mi familia yo soy el hermano mayor y por eso, siempre me han exigido ser el ejemplo, el mejor en todo, y ser prácticamente perfecto.

Y cuando vi por primera vez a Haneul en el río jugando con su hermana, creí haber visto un Ángel. Su autenticidad y felicidad me daban ganas de ir todos los días al río, sólo para verla sonreír.

Haneul era la única persona con la que podía ser yo mismo, sin máscaras para presumir o mostrar algo que no era.
Nunca me exigió ser el mejor para ganarme su amor y respeto, y eso me hacía amarla aún más.

Y segundo, no podía enamorarme de ella por la promesa que le había hecho a Minseok.
La promesa que jamás iba a romper.

Así que no, no podía enamorarme, porque no podría soportar perder eso tan hermoso que teníamos por un sentimiento que seguramente era pasajero, y tampoco podía romper la promesa que le había hecho a mi mejor amigo.

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