Capítulo 02

67 7 3
                                    

Cuidado con lo que pueda

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Cuidado con lo que pueda

atraer tu mente.

¿Qué acaba de suceder? ¿Qué hice? ¿Cómo ocurrió esto? Es lo que pasa por mi mente mientras veo todo esto, ¿Cómo lo hice sin conjurar ningún hechizo? No soy una hermana superior para lograrlo, y de todos modos, ellas nunca lo harían así. He visto a, Ayana, hacer algo similar, pero nunca así; nunca con tanto daño. Sin control alguno.

Miro aterrorizada la escena, no sé que hacer o como actuar, ¿Qué se supone debo hacer?

Intento acercarme a Ginger, quien es la más afectada, pero me aleja pronunciando la palabra "Píso". Una especie de campo se eleva a su alrededor, protegiéndola de mi, del desastre que he provocado. Me asusto al ver como sangre brota de su abdomen, específicamente de donde se encuentra un gran pedazo de cristal incrustado, su cuerpo tiembla producto del dolor que siente.

Aún no les enseñan como curar a personas, tan solo van por cosas sencillas como animales.

En cuestión de segundos se abren algunos portales por donde llegan figuras como la comandante, subcomandante; maestra de las espadas de plata, Priscila, y un montón mas de hermanas. Todas fuertemente armadas y en posición de ataque.

Miran la escena con horror puro, buscando a los atacantes, pero solo estoy yo; una adolescente de catorce años con una bomba de poder.

—¡Por los dioses!— es lo único que dice la comandante, antes de ir donde algunas chicas para darle un chequeo rápido. No todas están heridas de gravedad, algunas  solo son golpes superficiales—Traten de curar a las que puedan, a las que no, llévenlas a enfermería para que, Lilit, las atienda— dicho esto se gira en mi dirección.

Su mirada podría perforar mi alma si se lo propusiera, así sería. Era letal, como la de un depredador viendo a su presa; aunque yo no era la presa, en este caso, fui el depredador.

La veo negar, no luce enojada en sí. No. Ella se ve decepcionada, sus rasgos fuertes marcando aún más su ceño fruncido. No me gusta esa mirada, me duele recibirla, y más de la persona que tanto me ha protegido en este lugar; mi instructora. Mi maestra, que ve caer todo su esfuerzo por la borda.

»Eleonor— me llamó. Voz fuerte, semblante fruncido—Sígueme, tenemos que hablar— le dio un vistazo a, Ginger, quien está siendo curada por la subcomandante; su rostro solo refleja dolor y enojo.

Esto nadie lo olvidará, quedaré para toda la historia como el fenómeno sin control alguno de su poder.

Llegamos a un balcón; desconozco en que parte de las instalaciones estamos, pero sospecho al ver la torre en un extremo lejano y al mar frente a nosotros, ancho, profundo y arropador. Desvío mi vista a la habitación detrás de las puertas, pero solo logro ver un panorama borroso por las cortinas de un color pálido que la cubren.

La Hermandad Del Alba (DDA #2)Where stories live. Discover now