Capítulo 14

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Mirar un cuerpo sin vida no es la mejor cosa del mundo y mucho menos lo mas recomendable para intentar pensar  que demonios harás ahora con tu vida

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Mirar un cuerpo sin vida no es la mejor cosa del mundo y mucho menos lo mas recomendable para intentar pensar  que demonios harás ahora con tu vida.

Tengo tres pensamientos rondando por mi cabeza:

1-) Le confieso todo a los dioses y que ellos cruelmente me castiguen luego de intentar procesar ¡¿Qué diablos hice para poder asesinar a un ser inmortal?!

2-) Escondo el cuerpo y huyo como si ellos nunca se fueran a dar cuenta de que una de ellos murió y que huí.

3-) Me suicido y hago como que un gran accidente pasó aquí.

Hay muchas cosas que hacer y muchisimas más en las que pensar, pero realmente solo una me tiene completamente nerviosa.

Asesiné a una diosa. Si, lo tengo bastante claro, sin embargo lo que me tiene paralizada es que es la hija de Hades, ¡De Hades el dios del Inframundo! Y de la dulce Hemna, que solo a sido amable conmigo. No tengo la valentía ni fuerza para decirles a la cara que les arrebaté a su pequeña. Ni a ellos, ni a su esposa o hija...

¡Oh, su hija! La única persona que me ha llenado de felicidad en cuestiones de segundos, ¿Cómo podré explicarles lo qué hice?¿Cómo se le dice a una hija que le quitaste a su madre, a una mujer su esposa, a unos hermanos su hermana y a unos padres su hija? Jamás podré hacer algo como eso.

Y siendo una cobarde decido no estar sola en esto porque tal parece que no me basta con ser una asesina, ahora también soy egoísta. Decido que no es suficiente con que mis manos ya estén manchadas porque acudo a mi único posible escape.

Le envío un mensaje a Ofelia que solo ella podrá leer. Le digo lo urgente que es y ella como la gran amiga que siempre a sido llega en menos de cinco segundos.

Sale corriendo del lugar, buscando un posible desastre, mas se queda helada al ver el cuerpo de la diosa.

—Eleonor, ¿Qué hiciste? ¡¿Qué hiciste?!— la voz le tiembla mientras se queda pasmada en su lugar.

Da unos pasos nerviosa en diferentes direcciones, llevando sus manos a la cabeza. La observo desde mi lugar, justo sentada al lado de Haris, sintiéndome completamente ajena a mi cuerpo.

—Estábamos en clase y a ella le entró una llamada de su hija. Me puse muy ansiosa por el hecho de pensar en ella y de la nada perdí el control. La veía ahí muriendo entre mis manos y no pude detenerme... Yo no pude detenerme y cuando reaccioné ya era muy tarde.— lloro descontroladamente sosteniendo la mano fría de la diosa. Entre tantas personas existentes, Haris no se merecía eso. No ella—Yo la maté y te juro que no quería  hacerlo porque es Haris, ¡Haris! Y solo ocurrió.

»Ocurrió porque no puedo controlar a la persona que tengo en mi interior. Lucho a cada segundo por controlar mi poder cuando ese no es el problema. Yo soy el problema, ¡Yo lo soy! Porque vivo constantemente con una guerra en mi interior. En una guerra donde mi cuerpo es la cuerda y mi pasado junto a mi presente tiran cada uno del lado contrario para ver quien diablos me hace perder el control primero.

La Hermandad Del Alba (DDA #2)Where stories live. Discover now