10

258 38 5
                                    

Ni por casualidad se había librado de estar atado en la cama. Posición incomoda que lo hacia sentir como un animal expuesto y hacia que sus articulaciones dolieran.
- El ome...- Otra vez ese doctor que creía que Yuuri era mínimo una maquina de hormonas y causante de problemas. No sabia si era su instinto pero ese hombre no le daba buena espina, había algo en el... - Sr.Katsuki ha solicitado que se le quite el bozal inhividor, quiero advertirle de que sentirá las feromonas de inmediato y por precaución se le pondrá otro artefacto para impedir que pueda morder en caso de accidente. Voy a retirar el filtro poco a poco, en caso de notar que no puede controlarse, avise y volveré a colocarlo - Comenzó a sentir como esa mascara tortuosa se retiraba de su piel. Habían pasado algunos días y en el único momento que esto sucedía era a la hora de la comida o en el baño y eran momentos en los que estaba muy lejos de Yuuri. Al retirar el artefacto y sintió por primera vez en bastante tiempo el aire fresco y el olor dulce que crispaba a cada centímetro de su piel haciendo que se mordiera el labio mostrando sus colmillos al pobre desgraciado que debía cambiar su el artilugio y que por suerte sólo podía ver la parte inferior de su rostro - Entiendo que ahora mismo pueda estar confuso. - El hombre le puso otro, pero el solo podía pensar en ese tentador olor dulce, inconfundible. Chocolate. Se le hacia la boca agua en muchos sentidos - ¿Desea preguntar algo?
- ¿Huele a miedo? - Su cuerpo estaba entumecido por los medicamentos pero podía sentir sus pocas fuerzas emerger deseando protegerlo, aunque era inútil, no podía forcejear contra los amarres de cuero acolchado que lo mantenían fuerte contra el colchón
- Verá, todos los designados a su caso somos betas, no puedo olerlo. Sólo los alfas son capaces de distinguir las feromonas de un omega, distinguir si son de miedo o felicidad es especificar mucho, pero posible. - Notó como alguien se movía lentamente hasta su lado y sabía perfectamente que era Yuuri podía olerlo.
- Les dejó solos, en caso de accidente Sr.Katsuki sabe donde está el botón de ayuda - Hizo un ligero sonido de afirmación y la puerta se cerró quedando ambos solos. Pudo escuchar un suspiró de alivio escapando de los labios del muchacho.
- Yuuri ¿Estas bien? - Olía dulce, muy dulce, tentadora mente dulce, como el chocolate, instintivamente quería morderlo, marcarlo como propio y calmar esa inquietud que en crescendo minaba cada vez mas su frágil tranquilidad química. Quería jugar con su lengua sobre una bonita marca que hiciera saber a su instinto que nadie los separaría. Quería abrazarlo hasta que calmase la intranquilidad de ambos.
- Si - La voz del muchacho sonó áspera y cansada - lo siento, he estado silencioso. - Notaba como Yuuri trataba de tranquilizarlo con su olor, era la primera vez que podía olerlo sin restricciones, ya no era un débil rastro, pero sabía que estaba asustado. Ni siquiera sabia si ese olor era premeditado o simplemente salia. Habían comentado que la causa del ataque era el celo y por una parte eso lo tranquilizaba un poco. Estaba realmente preocupado de pensar que podría estar enfermo y de ahí su celo omitido, pero por supuesto, lo atacó. Como si fuera un animal incapaz de controlar sus instintos. Su mayor duda era si ese miedo lo estaba causando su propia presencia.
- ¿Tienes miedo? - El tiempo pareció pararse en el largo silencio que Yuuri hizo antes de contestar
- Fue culpa mía, me han dicho que no lo recuerdas - Hizo otra pausa que provocaba ansiedad en el ruso - Se supone que no deberías poder olerme ... Se suponía que nadie debería poder hacerlo
- Yuuri - Trató de sonar suave pero su voz sonó forzada - Quiero verte - Notó la mano temblorosa del chico acariciar su cabeza - por favor - Los dedos del japonés acomodaban su cabello un poco intranquila, sus dedos estaban frias.
- Esta bien, pero recuerda que es normal este tipo de reacciones en alfas que no han estado en contacto con omegas, se pierde el control y...- El chico estaba recitando palabras que no eran suyas, seguro esas palabras eran de los doctores
- No te preocupes
- Si... - Cerró los ojos mientras el visor del antifaz clareaba destellando por un momento su visión. Yuuri se había apartado y tuvo que buscarlo por la habitación hasta encontrarlo un poco escondido. Su cara estaba un poco hinchada y colorada de llorar, tenía algunos morados y una venda en su brazo derecho. Estaba encogido y estaba emitiendo ese olor a miedo y deseaba consolarlo más que nada en el mundo, dios, deseaba tanto hacerlo que parecía doler físicamente. Estaba tan cerca pero a la vez tan lejos...
- Yuuri...
- Lo siento. Te estoy causando problemas y el concurso de este fin de semana... - No sabía cómo, pero estaba sintiendo su arrepentimiento, podía olerlo. No quería que se arrepintiera de algo que era natural, su propia naturaleza, no quería hacerlo sentir así y comenzó a emitir olor en respuesta, tratando de calmarlo.
- ¿Puedes soltarme? - Yuuri se acercó tímidamente con una pequeña mueca que imitaba una sonrisa superficial.
- Lo siento - Se movió nervioso y el se tenso barajando la posibilidad de que pudiera escapar. Aunque sabia que no podía suceder, quería creer de que no podía suceder. Yuuri había bajado la mirada en absoluta sumisión, el solo quería soltarse de todo y abrazarlo, no dejarlo escapar.
- Entiendo - Podía entender la desconfianza del omega. Pero como alfa estaba sintiendo la ansiedad de la separación de una manera atroz, no poder protegerlo, no poder abrazarlo...
- Yuuri, necesito coger tu mano - El muchacho obedeció entrelazando sus dedos, podía notar que estaba más tranquilo, el olor de Yuuri era embriagante, lo estaba impregnando todo para placer del alfa. Estaba seguro de que ya no estaba en celo pero ese olor era atrayente para el. Quizás mas que algo sexual era atrayente igual que el olor nostálgico del preticor, era simplemente algo de lo que disfrutaba. - Voy a volver a preguntar y esta vez quiero sinceridad - Habían rastros de intranquilidad en ese aroma que tanto disfrutaba. Le hacía la nariz cosquillear - ¿de acuerdo? - Solo hizo un ligero sonido que el interpretó como afirmativo - ¿Estás bien? - Yuuri apretó su mano en signo de dudas estaba intranquilo.
- Siento haberte causado tantísimos problemas Viktor y el concurso...- Movió su pulgar tratando de calmarlo la mano ajena estaba fría al tacto y no sabría decir si realmente tenia frío o solo era culpa del nerviosismo que parecía tan característico de el.
No le importaba lo mas mínimo nada por lo que Yuuri creía necesario preocuparse, no es como que el tuviera culpa de las funciones de su cuerpo y premios habían muchos, estos habían estado ahí antes de el, una cantidad casi infinita de tiempo y la verdad es que ya no le importaba si los habían después, solo necesitaba a Yuuri ahora. - Siento que esto haya acabado así - su voz sonó afligida, suave y todo esto comenzaba a parecer una despedida al notar como ya no le devolvía el apretón de manos. Sus dedos se habian aflojado dejando su mano ahi solo sostenida por la de Viktor que se negaba a soltarlo.
- Esto no ha acabado, es culpa mía, no debería haber reaccionado así, no lo esperaba
- Viktor se ha acabado, ellos ya vienen - La mirada de Yuuri se clavo en el. Sometimiento, parecía derrotado en muchos sentidos. Como una epifanía llegó a su mente la claridad de que estaba sucediendo algo más ahí. Estaba pasando algo que el no estaba viendo.
- Yuuri, estaría contigo de por vida - Volvió a intensificar el olor tratando de confortar al otro - ¿Que sucede?
- Es complicado, pero supongo que este es un final - El ruso apretó su agarre evitando que el otro pudiera huir, porque realmente olía como si lo fuera a hacer. - Siento las molestias
- Por favor, escúchame. No se exactamente que es lo que pasa, pero no estorbas, no molestas, no eres una carga y te necesito en mi vida. - Yuuri reaccionó abruptamente volviendo a oscurecer el visor todavía tenia al japonés agarrado de la otra mano. Yuuri había soltado la vía que le administraba medicación directamente en su torrente sanguíneo y la estaba retirando con mucho cuidado - ¿Que haces? - Olía ácido, muy ácido, miedo, arrepentimiento, dolor, amor ... Eran muchas cosas mezcladas mientras el japones se movía rápido susurrando algo en lo que supuso era su propio idioma natal - Yuuri, puedo olerlo, ¿que sucede? - finalmente Yuuri aflojó uno de los grilletes, sus manos estaban temblando muchísimo, no acertaba a soltar el amarre.
- Creo que ha hecho un trabajo magnifico con el omega - La puerta se abrió bruscamente el doctor entro al cuarto y percibió como Yuuri apretaba su mano, ¿se sentía nervioso por el medico?El hombre dio dos pasos más adentrándose en el lugar ¿Realmente era el medico? Olía a alfa - Lo cierto es que el Sr.Katsuki sólo está lo suficientemente tranquilo como para entrar en celo de manera natural en su presencia - Lo hizo tensarse, Yuuri estaba temblando tanto que no atinaba a soltar los grilletes - Cuando ingresaron aquí, usted estaba inconsciente - el olor no era el doctor, venia alguien con el, no venia solo y ese alfa se estaba adentrando en la sala en completo silencio - es curioso como un omega como el, uno que en realidad ya no vale para su función original puede sentirse tan tranquilo con un alfa cualquiera. Con uno que simplemente le tendió la mano. ¿Verdad Sr. Katsuki? Un omega usado por tantos hombres que ni siquiera es capaz de acumular la decencia suficiente como para explicar al alfa aquí presente el porque paso esto - Notó gotas cálidas caer sobre su piel, podía sentir también la respiración húmeda cerca de su brazo todavía extendido - Sr. Nikiforov, en cuanto vimos ese colgante en el cuello de ese ... hombre ...  Supimos inmediatamente de quien se había escapado - ¿Se refería a la placa? Parecía algo que Yuuri atesoraba, no le había dado mucha importancia - Ese omega solo estaba "ejerciendo su trabajo" cuando lo hizo enloquecer lanzando tantísimas hormonas. Kuznetsova estara feliz de recuperar tan hacendoso trabajador  que ni siquiera ha sido capaz de quitarse su identificación - El olor a miedo estaba quemando el olfato del ruso.
- No, no por favor - El omega habia retrocedido tanto que estaba casi encima suyo, debía soltarse. Debía protegerlo.
- Su desaparición fue hace casi un año y medio y ella a mostrado su alegría de volver a encontrar su propiedad. - Estiró con todas sus fuerzas del grillete a medio desabrochar, todo su instinto estaba gritando por proteger al omega, cada músculo de su cuerpo se estaba tensando tratando de cometer su función pero estaba demasiado sedado todavía como para ejercer fuerza real. La mano de Yuuri se soltó de la suya y sintió una ansiedad que no había sentido jamás, un miedo atroz a perderle, un miedo real. - Somos conocedores de como escapo - Sentía a Yuuri moverse tras de él, todo estaba sucediendo demasiado rápido, no tenía tiempo de estar tratando de recuperarse. Su mano se liberó y rápidamente arrancó el antifaz para poder ver un hombre bastante grande acercándose acechante hacia ellos, Yuuri estaba agazapado entre la cama y la pared completamente aterrado
- ¡NO QUIERO VOLVER! - Yuuri olía aterrorizado y eso fue motivo suficiente para que los instintos de Viktor volvieran a descontrolarse, sabía perfectamente que se estaba dejando de tener el control. Tenía que protegerlo y daba igual a que costo, por lo que con fuerzas renovadas arrancó los grilletes sobrantes y sin mucha más espera se metió en pelea con el otro alfa. Era casi tan alto como el otro y mas ágil. Hubieron mordiscos y patadas, vio a Yuuri correr y embestir al médico, el hombre trata taba de sugetarlo, no dejaría que nadie tocase al omega.

Antes de darse cuenta estaban en la casa de nuevo, en casa de Viktor. Estaba nervioso, sus extremidades temblaban, todo había pasado muy rápido, pero Viktor estaba extrañamente templado, fuera de sí, pero templado. Estaba respirando muy fuerte a causa del esfuerzo y llevaba unos minutos parado en la entrada vigilando la puerta mientras algunas heridas comenzaban a manchar su ropa similar a un chándal del hospital. Que la vigilase no haría que no vinieran, ni conseguiría protegerlo.
- ¿Viktor? - El ruso finalmente relajó la postura, todas sus articulaciones estaban llenas de magulladuras, incluso su cara, la mayoría de la pelea, algunas en sus articulaciones eran fruto de forcejear con los grilletes. No dijo palabra pero se abalanzó sobre el dejándose caer en un abrazo. Su olor lo tranquilizaba y lo hacía desear estar entre sus brazos más que nada en este mundo - ¿Estas bien?
- Estoy... cansado. - Lo escuchó suspirar, olía muy fuerte, estaba siendo posesivo, como si estuviera marcando su territorio. Estaba siendo posesivo con un omega marcado.
Se sentía como un fraude.
Pero simplemente por poder olerlo... de alguna manera le provocaba un calor profundo en su pecho que no quería dejar que se extendiera. - Estas temblando - No quería dejar que esa ilusion lo inundara, menos ahora que Karemina Kuznetsov lo había encontrado y eso significaba el fin.
- Pensaba que te perdía - El olor se intensificó tanto que Yuuri tuvo que retroceder para disgusto del otro. No podía negarlo, amaba ese olor aunque había intentado no hacerlo, jamas había encontrado un alfa que al descontrolarse su reacción fuera sobreprotectora, lo amaba, pero si seguía así volvería a provocar el celo y no quería verse en otra situación así - Lo siento - El ruso apretó el abrazo alrededor de la cintura del japones - Déjame estar aquí un poco más. - Yuuri cedió a su instinto acariciando la espalda del otro
- Es porque soy omega, es solo porque me has olido en celo, se te pasará - El ruso alzó una mirada dolida. - Estas emitiendo mucho olor
- Pensaba que te agradaba... - Pudo notar el cambio amargo en el olor. Se sentía como auto apuñalarse, una jugada que los había herido a ambos pero sabia que muy en el fondo era lo correcto
- lo siento - Viktor se separó lentamente, le miró por un momento pero no dijo nada. Ese jarro de agua helada sobre la calidez de su pecho, ese dolor era la consecuencia de haber sido descuidado, tenia que irse ya, antes de causar mas problemas.
- No es tu culpa, solo tu naturaleza. - Yuuri notó que su propio olor se disipaba casi hasta desaparecer. Poco a poco. Al tiempo que toda esa calidez de estar junto a Viktor desaparecían. Hacia tanto tiempo que no había entrado en celo que apenas recordaba esa esencia y tenía la sensación de que no la volvería a percibir por mucho tiempo más. Viktor mantenía la distancia ahora, sobando sus muñecas magulladas.
- Si quieres distancia esta bien, no conozco apenas nada de ti o por que te persiguen - Todo el espacio olía a él, a pesar de amargo, le reconfortaba. - Pero deja que te ayude - Yuuri sentía su rostro entrar en calor mientras retenía las lágrimas, tenía un impulso de saltar a los brazos del alfa y llorar. Pero tenia que irse. Todo acababa aquí. No iba a volver a ponerlo en una situación así.
No iba a permitir que saliera herido por su culpa.

Ganado MarcadoWhere stories live. Discover now