Ganado Marcado

11.5

Escuchó algo de fondo pero estaba demasiado cansado como para prestar real atención, miro su reloj viendo que eran las cinco y pico de la madrugada, casi de día. Gélido día. Todo su cuerpo estaba dolorido, se sentía entumecido y dejar de oler a Yuuri lo hacia sentir muy muy exhausto y ansioso. Todo su cuerpo estaba anhelando la cercanía del omega con fuerza pero entendía que necesitase distancia tras la experiencia anterior. Sólo quería que el estuviera bien.
Lo único que le ayudaba a su tranquilidad mental era saber que no estaba solo en esto, había llamado a Chris, estaba en camino, por suerte el tenia llaves de la casa, por otro lado, ese era un dato que Yuuri no debería saber si quería que siguiera durmiendo tranquilo.
Cerro los ojos sintiendo el cansancio hacerse dueño de su cuerpo.
Apretó los puños añorando el calor de otro cuerpo junto al suyo especialmente ahora que se sentía tan frágil.
Todo se había vuelto difícil tan rápido... De repente era consciente de tantas cosas a las que antes no prestaba atención...
Sabia que tenia que abordar el tema del pasado de Yuuri contra antes mejor, sabia que le traería problemas, pero ahora mismo no había mayor temor que perder al chico.
Estaba cansado pero su cabeza no paraba de dar vueltas de un lado al otro, sobre Yuuri, sobre su pasado incierto, sobre el futuro...
En algún punto de la noche el cansancio venció al dolor de cabeza dándole descanso.

...

Golpes frenéticos en la puerta y un presentimiento que como electricidad sobre su cuerpo lo hicieron saltar y correr hasta la misma abriendo esta sin siquiera mirar.
- ¡YUURI Y EL PERVERTIDO...! - Viktor estaba escuchando mientras por su visión periférica contemplaba la escena de la cama vacía de Yuuri sintiendo un enorme nudo en el estómago que inmediatamente le dio nauseas. Estaba escuchando como Yuri le explicaba como venían de camino y lo vieron salir pero el solo podía contemplar esa cama vacía y pensar en el ruido de tiempo atrás. Le estaba explicando a trompicones exaltados como habían sido testigos de los golpes pero, su atención estaba clavada en el pequeño brillo metálico sobre las sabanas. - ¿Viktor?- Ni siquiera respondió a la llamada de atención del rubio, tenía que digerir toda esa información y estaba siendo difícil. Realmente difícil.
No estaba.
El no estaba.
Su pequeño Yuuri ya no estaba.
- Viktor - De repente sus ojos chocaron con los del kazajo del cual ni siquiera sabia hasta entonces. Su mirada realmente preocupada le hacía estremecer se - no es momento para colapsar, ¡ellos están en problemas! - tenia razón, no era momento para amilanarse.
- ¿ellos? - No conseguía centrar sus pensamientos pero no podía quedarse parado.
Corrió hasta la la cama viendo la placa que antes llevaba el omega al cuello "Karemina" estaba arañado de una manera tosca en la parte trasera de lo que parecía era una placa identificativa con el mismo nombre que había escuchado en la clínica Es el mismo nombre que había escuchado en la clínica.