8

256 39 5
                                    

Esta vez Yuuri tenia sus motivos para estar enfadado, aunque Viktor no creyó en un primer momento que esto fuera a ser un impedimento. No tuvo en cuenta la desconfianza absoluta hacia todos, en especial los alfas que no fueran el. No lo iba a admitir pero lo hacia muy feliz este detalle, por otra parte Chris se había quedado sin viaje de vuelta por una tormenta y le había ofrecido quedarse en el sofá la noche. Claramente Yuuri no estaba de acuerdo con esto.
- Yuuri te aseguro que no soy ese tipo de persona
- El japonés se veía muy intranquilo, pero en realidad no podía hacer nada mas por el no había mas sitio en la casa para alojar a Chris y definitivamente tenia que hacerse a la idea de que no todos iban a dañarlo.
- Si así te sientes mas tranquilo puedes quedarte conmigo esta noche y así le dejamos tu cama a Chris - Inmediatamente ambos lo miraron. Chris divertido pues ya era conocedor de las divagaciones enamoradizas del ruso, Yuuri con duda en sus ojos. No es que hubiera dicho una locura, no era la primera vez, pero normalmente era algo que sucedía de manera casual. ¿Quizás no debería haberlo expresado tan directamente? - Bueno, era solo una opción no es que ...
- Yuuri respondió antes de que el terminase de de excusarse.- Esta bien - Ahora ambos miraron a al japonés que había respondido casi en un susurro casi inaudible con las mejillas en un rojo encendido - Pero si me tocas un pelo juro que te morderé - Viktor reía recordando como en ocasiones anteriores lo había acogido entre sus brazos.
- Wow Jamás había escuchado a nadie mangonear así a Vitya - El rubio se reía sin vergüenza alguna mientras el japonés parecía mas enfadado y más colorado aun. Quizás lo del mordisco era mas una amenaza que una advertencia. Quizá no debía decirle que igual un mordisco en el sitio indicado podía hasta gustarle... Definitivamente no debía decirle eso y sabia que su rostro se había vuelto rojo. Pudo ver a Chris guiñándole un ojo de manera juguetona y el ahogo una risa picara.
- No te preocupes, es una cama grande, ni notaras que estoy ahí
- Mas te vale, porque se que ha bebido y no es una escusa - Si era cierto que habían estado bebiendo esa tarde...bebiendo bastante... Pero no creía estar borracho. No tanto al menos, estaba coherente y se tenia en pie - Yuuri estas aquí a diario, solo conmigo. He tenido oportunidades mejores
- El sueco casi se ahogó rompiendo en carcajadas mientras el japonés le lanzó un almohadón del sofá con bastante buena puntería.
- Ese si es el alcohol hablando - Se había enfurruñado, pero estaba ocultando una sonrisa tras su rostro de desagrado
- Tranquilo, te aseguro que ninguno vamos a hacer nada raro, bueno, mas raro de lo que hacemos habitualmente - Chris se levantó estirándose lentamente
- Es tarde, voy a cambiarme y me acuesto - Yuuri se levanto también mirando a ambos tratando de ocultar la sonrisa que comenzaba a aflorar en el por el ambiente tontorron que habia entre los tres. Se metió a la habitación, salió cambiado con un pijama enterizo azul que imitaba a un oso panda y se metió a la habitación del ruso.
- Creo que el también se va a la cama. - Viktor se apoyó en el hombro del otro mientras ambos miraban la puerta cerrada
- Es tu día de suerte buen amigo, la pensión Nikiforov acaba de registrar una cama libre - El sueco comenzó a reír fuertemente ante esta frase acertada.
- Ooohh Vitya - El suizo ahogó un bostezo con una sonrisa - ¿Quién es el afortunado? - Le dio un par de codazos moviendo las cejas en los que en cualquier momento donde el alcohol estuviera menos presente seguro seria menos gracioso de lo que le estaba resultando ahora.
- Shhhh - Apenas pudo callarlo mientras ambos ahogaban una carcajada tonta y despreocupada. Aun así no quería que Yuuri escuchase mas de lo debido. 

La habitación estaba a oscuras, olía ligeramente dulce el lugar. Era su olor y le encantaba encontrar esa fragancia en su propia cama. Sentia ganas de tatuar ese aroma en su piel por siempre. Cerró los ojos olfateando un poco, disfrutando del momento.
No solía dormir con ropa pero desde que estaba el mínimo se ponía los pantalones. - Yuuri, me acuesto - Estaba respirando muy lentamente, estaba dormido y le daba sensación de paz notarlo tan relajado. Se acostó muy lentamente, resistiendo la tentación de acercarse mas al omega. La cama era grande, pero Yuuri se había acomodado casi en el centro con un rostro apacible y no tenia corazón como para decirle que se moviera.
Se arropó manteniendo su palabra de mantener la distancia entre ellos, no debería haber dicho eso, se estaba arrepintiendo.
La cama estaba cálida, era realmente agradable sentir su calor y su olor.
Cuando finalmente estaba acomodado notó movimiento a su lado, se tensó por un momento. No era la primera vez que dormían juntos, pero esta vez Yuuri había dejado claro que no quería contacto. Se seguía moviendo hasta posicionarse pegado a el y realmente a pesar de estar feliz no sabia muy bien como reaccionar, no podía moverse demasiado o se caería de la cama.
Tenian una cama King size para estar ambos en la orilla
¿Estaba dormido?
Miro divertido al japones pero apenas veía nada. Yuuri se pego todavía mas hundiendo su rostro en su pecho, notó sus manos moverse nerviosas bajo las mantas.
¿Quería un abrazo?
Inmediatamente sonreía sintiendo la calidez que tan bien conocia irradiando desde el lado izquierdo de su pecho. Le paso los brazos y el otro sin decir nada se acomodo entre ellos. Su instinto estaba eufórico por ese acercamiento tan sincero, lo estrechó entre sus brazos pegando su nariz a la cabeza del chico oliendo la dulce esencia del mas joven.
- Sabes...- Le dejó un beso en la coronilla mientras cerraba los ojos buscando descanso - puedes pedirme un abrazo cuando quieras - El chico se removió, había pegado su rostro tanto a el que podía notar como el también estaba disfrutando del olor, la respiración ajena contra su piel provocaba que su pecho se desenfrenara eliminando cualquier cansancio que pudiera haber tenido. Solo quería disfutar del momento... y no caer de la cama. 
Jamás se había sentido así, desde el primer momento que lo vio quiso protegerlo y ahora no creía poder vivir sin el. Yuuri hizo un ruido somnoliento y arrastrado que quiso interpretar como afirmación.- Sabes, estoy aquí para ti - Volvió a hacer algún tipo de ruido inteligible.
Viktor nunca había sido de esos que creían en cuentos para niños tipo "parejas destinadas", notaba la necesidad de darle como mínimo una oportunidad a esa calidez en su pecho que le gritaba que no iba por mal camino. Era una necesidad hacerlo. - Te quiero - Ya no obtuvo respuesta, Yuuri se había vuelto a dormir o quizás simplemente prefirió no responder, en cualquier caso se sentia bendecido por ese momento.
El embriagante olor achocolatado estaba aumentando, quizás por la proximidad, lo adoraba.

La mañana siguiente fue extraña, se despertó con un poco de angustia, todo el lugar olía a Yuuri ¿Siempre había olido tanto? ¿Tan intoxicante? No, no creía que fuera así. Sentía como esa angustia se estaba transformando en un calor en su cuerpo. Se levantó un tanto asustado por lo que estaba provocando en su cuerpo, quizás todavía era el alcohol. Dejó el cuarto cerrando tras de el y despertó al sueco que estaba todavía dormido. No podía dejar que perdiera el vuelo de esa mañana, sería un día largo, quería ir de tiendas esa tarde y llevar a Yuuri. Quizás comprar algún conjunto nuevo al chico, algo que resaltase sus preciosos ojos color otoño o esa bonita sonrisa suya.

Ganado MarcadoWhere stories live. Discover now