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- ¿Donde estamos? - El sueco acababa de despertar, fuera lo que fuera lo que le habían dado lo había dejado ko por mas horas de las que Yuuri sopesó en un primer momento. Al menos ver despertar al sueco era un alivio para el. Chris no debería estar ahí.
- Es una de las naves de cheniles - Lo miro de arriba a abajo,tenia algunos moratones pero ambos estaban de relativamente bien. Suspiro conocedor de lo difícil de su situación. Con la huida había aceptado que estaría en peligro pero bajo ningún concepto deseaba incluir en esto al hombre que ahora lo acompañaba.  
- ¿Naves? - Ambos estaban encadenados, Yuuri a la que parecía su antigua y muy mugrosa cama con una cadena corta que le impedia moverse, Chris a la verja del chenil con los brazos por encima de su cabeza. Como si fueran mercancía sin valor abandonados en un frío almacén cualquiera. Aunque de cierto modo, el lo era, Chris era solo un daño colateral. - Deben haber muchos omega cerca, esto apesta. - Esos omegas hacinados también eran mercancía sin valor, exactamente igual Yuuri. Gente a la que nadie estaba añorando. - Me refiero al olor concentrado de- se estaba tratando de escusar su persona por lo cruda de su frase anterior.
- Tranquilo también tengo nariz - Yuuri suspiro mirando que todo alrededor era aterrador, familiar, pesadilla hecha realidad. No se podía mover, todo su cuerpo estaba entumecido y el silencio de fondo era desgarrador, no por la mera falta de sonido, sino por su significado. Probablemente estaban solos y no podía dejar de pensar en donde estarían los antiguos habitantes de esa nave, porque habían bastantes cheniles.
- ¿Como salimos de aquí? - La voz del alfa sonó tranquila, Yuuri frunció su mueca sintiendo sus ojos derramarse, quería rendirse. Tenía motivos para dejar de luchar ...
- No lo se - Forzó sus palabras a través de su garganta casi rasgado su voz. Trataba de no quebrar en llanto - la ultima vez tardé demasiado tiempo en salir de aquí y ahora...Me van a matar... - El de los ojos verdes le miraba sin respuesta, pero sus ojos lo decían todo, no sabía que donde se metía cuando decidió correr detrás.
- Tranquilo - Forzó un poco sus grilletes mirando hacia arriba tratando de averiguar como soltarlos, consiguió ponerse en pie dándole más movimiento al no estar semi colgado.
- Chris, yo no quería que nadie se viera involucrado, lo siento. - El alfa le devolvió media sonrisa, por algún motivo, el era siempre optimista.
Una rara cualidad a ojos de Yuuri.
- No estás solo - La frase parecía lejana a él, Chris lo decía sin saber donde se había metido. El hombre trataba de calmarlo con su olor cítrico dulce - Estoy contigo - Su voz sonaba realmente tranquila - Seguro que Yuri ya ha avisado a Viktor. - Yuuri iba a hacer un millón de preguntas cuando la puerta del fondo de la nave se abrió con un terrible sonido metálico y Yuuri comenzó a temblar mientras unos pasos se acercaban por el vacío pasillo. El sueco se puso en guardia al notar su reacción.
- ¿Chris? - Por el pasillo se escuchó un alfa bufado de la manera que tantas veces le habían bufado a Yuuri en el oído, de esa manera desagradable y autoritaria. El japonés se estremeció mientras su mente divagaba etre todas las veces que eso había sucedido, sin embargo estaba más preocupado por su compañero, que estaba comenzando a tornarse palido - Chris ¿Te encuentras bien? - Trató de no dar importancia al sonido de sexo que se había sustituido al silencio sepulcral. Muelles oxidados y gemidos ásperos y guturales acompañados de algún que otro quejido apagado. El hombre estaba blanco como la muerte, parecía enfermo ¿Era culpa de la mezcolanza que había en el aire de aromas? Un escalofrío recorrió su espalda sin saber si debia sentirse amenazado o no, tensó su postura incorporándose un poco al tiempo que el otro se dejaba caer hasta el suelo. ¿Podía atacarle sin ser el, el del celo causante?
- El olor, es... demasiado intenso ...- Se enderezó un poco arañando su mejilla contra verjas de hierros viejos, estaba recortando sus respiraciones e inmediatamente Yuuri se sintió como un autentico estúpido. - Me da angustia - Chris estaba tratando de no respirar la mezcolanza de olores enfermizos que estaba condensado en el aire del lugar. El estaba acostumbrado, sabía que era desagradable, pero era más desagradable el porqué olía así.
- Ven - Sabía cómo calmar al alfa, como hacer que su olfato no tuviera que sufrir eso. El hombre hizo una mueca de extrañeza y el se movió todo lo que pudo hasta el, acortando la distancia entre ambos, con sus brazos estirando de la vieja berja oxidada - Espero que te guste el dulce - Yuuri trató de calmarse, quería tener confianza por Chris, lo había ayudado y el, en cambio, lo había metido en este lío mientras trataba de ayudarlo otra vez. Necesitaba relajarse, sabía que si conseguía convencer a su cuerpo de que era algo similar a Viktor, la confianza era la causante de que su  olor saliera sin contol. La respiración de Yuuri tembló por un segundo mientras su mente corría por toda su vida para recordarle el motivo por el cual nunca se permitía ese lujo.

Ganado MarcadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora