Leyendo: Ashikabi no Shinobi

Capítulo 2

Prólogo: El Shinobi Ashikabi XoX

Fue con un tirón que se despertó sobresaltado. Por un momento, el hombre se preguntó dónde estaba. Solo tomó una rápida mirada a su alrededor, viendo los dos asientos a su izquierda y las muchas filas de asientos delante y detrás de él llenas de gente que el hombre comenzó a darse cuenta de dónde estaba.

Así es, viajaba en un avión que había estado viajando desde Los Ángeles, California hasta Shinto Teito, Japón, la nueva capital de Japón. Los puntales de aterrizaje que golpearon la pista debieron despertarlo.

Lástima, él también estaba teniendo un sueño bastante bueno.

Un ding llenó el aire antes de que la agradable voz del asistente de vuelo comenzara a hablar. "Hemos llegado a Shinto Teito. Por favor, permanezcan sentados hasta que el avión haya atracado de forma segura. Gracias por volar en Tokyo Air y que tengan un gran día".

Suspirando, el hombre se relajó en su asiento y miró hacia atrás por la ventana. Afuera había un alboroto de actividad ya que el avión en el que viajaba hizo su camino inexorable hacia la estación de acoplamiento que se conectaría con la puerta y permitiría a los pasajeros descargar. La ventana estaba muy clara, sin siquiera un tinte, pero aún podía ver su reflejo en el espejo. La vista de su conocido trapeador rubio puntiagudo con el flequillo largo hasta la mandíbula y un flequillo flotando sobre dos orbes azul cerúleo le resultaba tan familiar como las tres marcas de bigotes que se alineaban a cada lado de su rostro.

Pasó un buen rato antes de que se les permitiera irse, y el rubio dejó vagar sus pensamientos. Shinto Teito, recientemente rebautizada como capital de Japón, origen técnico de su nacimiento. ¿Cuánto tiempo había pasado desde que puso un pie en su suelo?

"Demasiado tiempo", murmuró para sí mismo. Sin embargo, no debió haber estado lo suficientemente callado, porque los caballeros de aspecto mayor que estaban a su lado le dirigieron una mirada inquisitiva.

"¿Dijiste algo, joven?"

"Ah," el rubio hizo una pausa por un momento, sorprendido de haber verbalizado sus pensamientos. Pasaba tan poco tiempo con los demás, a excepción de las ocasionales aventuras de una noche, que ya no estaba acostumbrado a interactuar o incluso a estar con otros. Últimamente, incluso había comenzado a captar el tic verbal de hablar consigo mismo.

Quizás era una forma de ayudarlo a mantener la cordura.

"Estaba pensando cuánto tiempo ha pasado desde que volví", terminó un poco vacilante. No era que estuviera nervioso ni nada por el estilo, pero no sabía muy bien qué decir, y considerando que lo habían atrapado hablando en voz alta, no quería revelar demasiada información a este hombre. O a cualquier otra persona, para el caso.

El ninja estuvo de acuerdo con él.

"Entiendo el sentimiento", respondieron los caballeros con una sonrisa nostálgica. Era un hombre mayor con cabello negro que estaba encanecido a los lados, lo que le daba un aspecto muy distinto. El hombre vestía un traje de negocios que le decía al rubio más cosas sobre él de las que probablemente sabía que estaba haciendo. Por supuesto, la mayoría de la gente nunca sospecharía que incluso algo tan simple como ver un parche de pelusa en la ropa podría ayudar a alguien a juzgar su carácter. O cómo el leve olor a humo de cigarrillo que emanaba del hombre le hizo saber al rubio que los caballeros habían fumado al menos un paquete de cigarrillos antes de subir al avión.

Naruto hizo una mueca ante eso. Su sentido del olfato es mucho más alto que el de los demás.

Pequeñas cosas que ayudaron a una persona de observación a determinar más sobre otra persona de lo que dicha persona podría sentirse cómoda.