Capítulo 13

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Narrador: Elliot

Después de lo ocurrido en mi casa, Jean Lucas no ha vuelto a contactarme. Ya han pasado cinco días sin tener noticias de él, lo que me está matando de la ansiedad. Los primeros días en que no hubo contacto con él decidí dejarlos pasar, pues yo estaba muy ocupado cuidando a mi madre y no podía pensar detenidamente el porqué de su ausencia.

—¿Elliot? —escuché que una voz conocida me llamaba, sacudiendo levemente mi hombro—. Terminó la clase, es hora de volver a casa —dijo Derek, mirándome muy preocupado.

Derek tampoco sabía nada de Jean Lucas, lo que significaba que no estaba ignorándome sólo a mí. Frente a mí pude observar cómo Kai guardaba sus cosas y se iba lentamente, con la mirada perdida y apretando fuertemente su mano.

—Espera —dije en un tono de voz alto, llamando la atención de Kai; éste se dió vuelta y me miró—, ¿sabes algo de Jean Lucas? —pregunté seriamente, observando cómo su expresión cambiaba repentinamente.

—Mis padres me han comentado algo al respecto —dijo nervioso, impidiendo que lo mirase a los ojos.

Mi paciencia estaba al límite en este momento, pues si sabía algo y no había dicho nada en días lo golpearía muy fuerte.

—Habla, rápido —dije enojado, apretando mis puños.

La mirada de Kai era indescifrable, aunque su cuerpo expresaba lo nervioso que se encontraba.

—Creo que van a mudarse a otro lugar —dijo Kai, logrando paralizar mi corazón.

¿Cómo es que Jean Lucas no me había dicho nada en todo este tiempo? ¿Y por qué no estaba asistiendo a clases? Toda la situación era muy extraña y no me imaginaba a Jean Lucas desapareciendo sin siquiera decirme algo.

Terminé de guardar mis cosas rápidamente y salí casi corriendo del salón, chocando a Kai al pasar a su lado. Sentía la adrenalina recorrer mi cuerpo y mi mente iba a mil kilómetros por hora, llenándome de un montón de pensamientos indeseados.

—¡Espera! —gritó Derek, frenándome repentinamente—. Le diré a Nick que nos lleve, así que espera sólo 5 minutos —dijo seriamente, recobrando el aliento.

Mi corazón palpitaba tan fuerte que sentía que mi muerte estaba muy cerca, aunque sabía que se debía a la incertidumbre y la ansiedad que sentía en este momento.

—Todo esto es demasiado extraño, Elliot —dijo Derek—, debemos ser precavidos.

Derek, al igual que yo, creía que la situación era muy extraña. Nick llegó en su auto y Derek y yo subimos.

—Esta es la dirección de la casa de Jean Lucas —le dije a Nick, mostrándole la dirección que tenía anotada en las notas de mi celular.

Nick había captado la situación enseguida y no me molestó en todo el rato, cuando generalmente se burlaba de mí apenas me veía. Si bien era un rubio idiota, comprendía muy bien las situaciones.

Nick estacionó el auto a media cuadra de la casa de Jean Lucas por precaución; los tres bajamos del auto, aunque ellos se quedarían vigilando desde afuera. Me sentí tranquilo al ver que el auto de los padres de Jean Lucas no se encontraba, por lo que me acerqué rápidamente a la puerta de entrada y toqué el timbre, esperando a que me abriese la persona a la que vine a ver.

La puerta se abrió un poco y mi corazón se paralizó ante la escena que ví; Jean Lucas tenía su rostro golpeado, destacando un gran moretón en su mejilla y su labio partido. Al verme, sus ojos se cristalizaron y miró hacia todos lados, como si tuviese miedo.

—¿Qué te pasó? —pregunté horrorizado, tapando mi boca con mi mano derecha.

Jean Lucas agachó su mirada y se encogió de hombros, sin poder responderme; ahora mismo se veía tan frágil que quería esconderlo del resto del mundo.

Si decides querermeWhere stories live. Discover now